El investigador Héctor Briceño subrayó que 18,5 millones de electores sufragarán en centros bajo alguna condición de riesgo
Un estudio del Observatorio Global de Comunicación y Democracia mostró que en 86% de los centros de votación hay riesgo electoral, y a mayor riesgo, más voto por el chavismo. La cartografía del riesgo electoral, realizada por el profesor Héctor Briceño y presentada este martes durante rueda de prensa de la Red Electoral Ciudadana (REC), reveló que de los 15.900 centros del país hay 13.638 en alguna condición de riesgo.
Briceño puntualizó que 6.125 centros se hallan en riesgo administrativo y 10.158 en riesgo electoral. Distrito Capital, Bolívar y Carabobo son las entidades federales con el mayor porcentaje, aun cuando todos los estados tienen más de 50% de sus centros en riesgo.
Subrayó que 18,5 millones de electores ejercen su derecho al voto en centros donde hay alguna condición de riesgo electoral. Es decir, 1 millón votan en centros con riesgo administrativo, 16,2 millones sufragan bajo riesgo electoral y 1,1 millones votan en centros que tienen ambos riesgos. «A más condiciones de riesgo, el voto oficialista tiende a aumentar de manera significativa». En otras palabras, el comportamiento del voto chavista es diferente en los centros en riesgo.
Una de las conclusiones de la investigación es que, donde hay más riesgo, «suceden cosas que no se corresponden con el comportamiento electoral en el resto del país, lo que invita a tratar de prestar más atención a lo que sucede allí». El investigador aclaró que el riesgo no implica que va a ocurrir algo irregular, «pero si es probable que, si suceden cosas, sucedan en esos centros».
Los riesgos administrativos, indicó, son la creación de nuevos centros electorales, porque los partidos políticos no tienen testigos experimentados y el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha operado en ellos con anterioridad, lo que genera niveles de incertidumbre. También, los centros de votación pequeños (menos de 501 electores), que «suelen ser los centros con un comportamiento menos acorde con las estadísticas y promedios regionales y locales», y porque en ellos sería más fácil cometer algún tipo de fraude o coaccionar a los electores. Y los cambios en los centros de votación.
Los riesgos electorales, precisó, son el comportamiento de la abstención y de la participación reportado en las elecciones regionales de 2021: más de 50% es una señal de alerta, pero también, más de 90% de participación. Igualmente, el dominio abrumador de alianzas opositoras (más de 75%) y el dominio del gobierno (más de 75%).
Según Briceño, 5.414 centros (más de un tercio) son pequeños centros con 500 electores o menos. Estimó que hay 2.244 centros bajo dominio del gobierno. Centros ubicados en espacios de Misión Vivienda y migraciones de electores podrían indicar mayor control sobre el sufragio.
El riesgo no implica que necesariamente habrá fraude, peor hay más probabilidades de que ocurran eventos, señaló Wanda Cedeño, coordinadora de Voto Joven.
Testigos y verificación ciudadana son «la mejor garantía para que la voluntad popular pueda expresarse», destacó Briceño. A su juicio, los centros de mayor riesgo «requieran de estrategias de apoyo adicionales, porque el comportamiento no se corresponde con lo que sucede en el resto del país» y probablemente hay amenazas y obstaculización al libre ejercicio del voto.
Durante la rueda de prensa de la REC la organización Cepaz advirtió que continúa la violencia política en el contexto de la precampaña electoral.






