En varias iniciativas de diálogo ha participado el periodista Francisco «Kico» Bautista. En el año 2002 se enfrentó abiertamente al presidente Hugo Chávez, e incluso participó en la marcha que el 11 de abril de 2002 llegó al Palacio de Miraflores. Con el paso de los años, Bautista se comprometió con las salidas negociadas al conflicto venezolano. Hoy, promueve una iniciativa por la paz, la democracia y la soberanía que ya ha hecho dos pronunciamientos públicos.
«Esto no es un partido. Es un movimiento, Una sola Venezuela, que es un solo país, sin divisiones. Un país que piense primero en los venezolanos. Para nosotros la soberanía son los venezolanos. Ahora los americanos quieren resolver nuestros problemas, y no dejarnos a nosotros», afirma Bautista.
Una sola Venezuela rechaza las acciones de Estados Unidos en el Caribe «porque nosotros queremos la paz, queremos la negociación. Después de tantos años, este conflicto no le ha dejado nada al país». Y al final «uno no sabe quién tiene la culpa, quién es el malo, quién es el bueno». Se trata, insiste, de ponerse de acuerdo, «porque la democracia está en crisis, las instituciones no tienen independencia, pero la salida no es que nos caigan a bombas, ni que haya un golpe de Estado, ni guerra, porque tenemos 26 años en los que ha pasado de todo. Hay que buscar otra manera de entendernos, y la soberanía es un punto de encuentro para muchos venezolanos».
No desconoce que algunas personas «respaldan a los norteamericanos, y ese es su tema, es su problema», pero «les hablamos a quienes quieren que resolvamos nuestros problemas, le hablamos a la sociedad democrática, porque tenemos derecho a negociar y a entendernos».
¿Qué proponen? «Nosotros creemos que hay que reinstalar, en este momento, la negociación. Pero, ¿cómo negociar si hay una parte del país que no quiere negociar, que quiere golpes de Estado y guerras? Tenemos que buscar puntos de encuentro. La propuesta que tenemos es ‘vamos a negociar, vamos a hablar, vamos a abrir los canales, vamos a relacionarnos de otra manera». Subraya que en vez del odio y la rabia «hagamos política».
-¿Quiénes deben negociar?
-La sociedad democrática. ¿Qué es la sociedad democrática? Los gremios, las instituciones académicas, los profesionales, todas aquellas organizaciones que tienen estatutos, que se reúnen, que tienen estructura de convivencia. Vamos a negociar.
-¿Ve al gobierno en disposición de negociar?
-Hay que convencer al gobierno de que hay que ir al diálogo, hay que que ir a la negociación y de que no se pueden cerrar. Que no pueden seguir metiendo gente presa. Que la democracia es la única salida, porque si no, este conflicto que tenemos con los americanos va a seguir permanentemente. ¿Y quién paga? El pueblo, que vive mal. El sistema de educación y el de asistencia pública son muy malos; se va la luz, se va el agua, y eso no tiene solución si no nos ponemos de acuerdo en una manera de resolver los problemas y de entendernos.
-¿Quién puede convocar ese diálogo entre la sociedad organizada y el gobierno?
-Nosotros estamos proponiendo que la convocatoria se haga desde la sociedad civil, desde los partidos, desde los grupos independientes. La convivencia, el diálogo y la negociación no son propiedad de nadie.
-¿Qué van a hacer para que eso se concrete?
-Muchos eventos. Ya este es el segundo. Nosotros no somos un partido; somos ideas, somos un llamado a la tolerancia.
Bautista no deja de pisar tierra en relación con la respuesta del gobierno. «Si dices de entrada ‘vamos a nuevas elecciones’ el gobierno va a decir que no, porque lo estás desconociendo. ¿Qué estamos proponiendo nosotros? Vamos a sentarnos, vamos a ver dónde coincidimos para que, desde la convivencia, comiences a acordar. En los procesos de Noruega, en República Dominicana…
-¿Qué falló allí?
-La metodología era «nada está resuelto hasta que todo esté resuelto». Nosotros decimos ‘vamos pasito a pasito’. ¿Cuál es el principal acuerdo que hay ahorita? Primero, sentarse.
-¿Qué agenda proponen?
-Primero, sentarnos a hablar. Segundo, hablar sobre el país, sobre cómo mejorar las cosas. Pedirles a los americanos que nos respeten, todo el país pedirlo, hacer acuerdos en las universidades y en todo sitio para que la decisión la tengamos los venezolanos. Además, eso no tenemos que consultarlo con nadie, porque para eso es la soberanía. Y a partir del encuentro y la soberanía, una agenda de negociación que pasa por una amnistía general, por soltar a los presos, por abrir el país y abrir sus instituciones, porque el CNE devuelva al voto su poder, y eso significa que publiquen los resultados de las elecciones, que haya observación, que se cumplan los pasos establecidos en la ley, que haya un clima, un ambiente que nos permita convivir. La construcción de ese ambiente es libertad de expresión, confianza.
-¿Por qué el gobierno aceptaría esa propuesta si la ha rechazado antes?
-Porque no tiene otra salida. Maduro se puede quedar en el poder eternamente, y el PSUV, pero siempre vamos a vivir mal porque la confrontación que le sirvió a Chávez para llegar al poder ya se agotó. El venezolano está harto de la política y de la peleadera, quiere vivir. Si los políticos no están en sintonía con la gente entonces la política pierde escenarios, pierde auditorio y termina siendo de unos grupitos que no sienten lo que siente la gente.
-María Corina Machado y el sector que ella lidera, ¿cómo se incorporan?
-Yo creo que ellos no son demócratas, porque ellos no quieren diálogo; ellos quieren golpe de Estado, quieren la guerra. No puedes negociar con una gente que piensa eso, a menos que ellos cambien. Eso no significa aislarlos. Hay que hablar con todo el mundo: con radicales, con insensatos, con la sociedad, para deponer los odios. Pero que la gente sienta que su protesta puede ser canalizada, oída por alguien que le dé soluciones.
-Machado dirá que fue irrespetado el resultado electoral.
-Sí, pero el problema de María Corina Machado y de esos grupos es que, si vas a un juego, hay unas reglas de juego, hay unos árbitros. En el caso de lo ocurrido el 28 de julio, Enrique Márquez, Ecarri y otra gente fueron al TSJ, al CNE, introdujeron los papeles, fueron a la auditoría. Enrique está preso, y eso quiere decir que hay déficit democrático. Pero si en vez de ir al CNE te vas a la OEA… Nosotros no tenemos relación con la OEA, la OEA no es el marco de decisión de nuestros problemas.
-¿Cuál es el marco de decisión?
-La institucionalidad democrática que hay que restituir y que está en crisis.
-¿Cuál?
-Todo.
-¿Por cuál empezaría?
-Por el CNE, que tiene que publicar los resultados, como se hacía antes. Que se cumplan todos los procesos de auditoría. Hay que devolverle al voto su fuerza, porque la gente siente que votar no sirve para nada. Lo que pasa es que en todos los procesos electorales de Venezuela los sectores más radicales dicen que los robaron, y eso no es tan verdad. Hay procesos en los que el gobierno ha ganado. Creo que Chávez tenía una gran influencia popular y no necesitaba robarse nada, pero nosotros siempre ponemos en duda los resultados. Llegó un momento en que el gobierno empezó a decir «yo no voy a entregar a quienes han hecho pacto con los americanos y nos clavaron sanciones». Si el gobierno dice que no te va a entregar, porque son sus enemigos, porque los van a meter presos y les van a quitar lo que tienen, tú tienes que oír eso. La amenaza desconoce la existencia del otro, lo que plantea es extinguirlo. Cuando quieres extinguir al otro el otro te quiere extinguir a ti, y no hay salida. Decir que repitan las elecciones sin producir el encuentro, una revisión, una discusión sobre el tema democrático; sin crear un clima de confianza, no te estás metiendo en la salida. Estás metiéndole cuentos a la gente.
