Las recientes elecciones del 25 de mayo han dejado un agridulce en el panorama político venezolano, especialmente para los sectores de la oposición democrática.
Así lo dio a conocer durante un programa radial, el secretario general del MAS, Felipe Mujica, al hacer mención de los resquicios que buscan algunos analistas para hablar de una «victoria política», más allá de la derrota electoral del pasado domingo.
Para el dirigente político, la contundencia de los resultados no permite medias tintas: la derrota electoral se convierte también en una derrota política, un golpe que la oposición debe asumir con suma responsabilidad.
Desde el MAS, la visión es clara: la fragmentación y la abstención de una parte de los sectores opositores ha jugado un papel determinante en este desenlace electoral.
El secretario del MAS hizo hincapié en los dos pilares fundamentales que utiliza el gobierno nacional, siendo una minoría política, para perpetuar su hegemonía electoral: la incitación a la división de la oposición y la promoción persistente de la abstención.
Puntualizó que la realidad es innegable: «El gobierno es muy hábil, sabe que una oposición unida es una anenaza real. Por eso se empeña en dividirnos, en generar conflictos y en inhabilitar tarjetas o liderazgos; sumado al mensaje abstencionista que cala en una parte de un electorado que está desilusionado. Todo esto les facilita el trabajo.
«Explicó que tal combinación como patrón recurrente en procesos electorales anteriores, genera un escenario donde el oficialismo, con una base de apoyo menor, logra capitalizar los votos, un hecho que, para el MAS, debería llevar a una profunda reflexión en la oposición.La crítica se extiende con particular énfasis hacia el Consejo Nacional Electoral, organismo que, según el dirigente masista, carece de la representación opositora que sí existía en años anteriores, cuando sus miembros permitían un rol equilibrado al representar a diversas organizaciones políticas.
Enfatizó que la duda se ha convertido en una constante, lo que genera una situación sumamente compleja y colmada de incertidumbre. «La falta de publicación de las actas electorales y de resultados desglosados, a pesar de que ya se han proclamado gobernadores y diputados, obviamente es una anomalía».
Recalcó que a este panorama se le agrega ahora una práctica que dispara las alarmas: la nueva metodología de tomar como referencia un «registro electoral activo» en lugar del registro electoral nacional para el porcentaje de votación (RE).
«Un cambio que carece de explicación y constituye un problema legal al modificar la referencia establecida, pues nadie ha explicado qué significa esa cifra o cómo calculan ese déficit de electores».Aunque Felipe Mujica expresó su respeto hacia la postura abstencionista, la considera una vía que históricamente, ha facilitado la consolidación del gobierno en el poder; y su persistencia a lo largo de 20 años ha llevado a una pérdida progresiva de respaldo o popularidad y un camino ilusorio que beneficia al adversario.
Argumentó que la abstención se encuentra en la misma categoría de la «autopista de fantasías» puesta en práctica en las llamadas salidas que se plantearon en el pasado.
«Si no participas, si no te organizas y si no te presentas en las urnas de votación, le estás dejando un camino expedito al oficialismo. La pérdida de credibilidad en el proceso electoral no solo se debe a las condiciones del CNE, sino también a las difíciles condiciones de vida y a la ausencia de una plataforma unitaria opositora».
Sostuvo que la divergencia de opiniones sobre la participación electoral es parte intrínseca del debate político, el cual debe abordarse con respeto mutuo, evitando las descalificación.
«Debemos analizar de forma descarnada los resultados electorales, los mecanismos del gobierno y la situación política, destacando la importancia ineludible de la unidad opositora y la exigencia de transparencia electoral como columnas vitales para el futuro del país».
El MAS, a pesar de no haber tenido habilitada, su tarjeta electoral para el 25 de mayo, promovió una alianza que, aunque no obtuvo los resultados esperados, permitió la participación de sus cuadros. Felipe Mujica mismo entró como diputado suplente en la lista nacional, un hecho que refuerza la urgencia de que el organismo comicial aclare el estatus legal del partido y se pueda finalmente rescatar la recordada tarjeta del puño naranja.