Dos dirigentes gremiales del sector salud, Jaime Lorenzo y Ana Rosario Contreras, consideran que no se cumple con los requisitos mínimos: suficientes pruebas PCR, vacunación de 70% o más de la población y vigilancia epidemiológica
El anuncio no se materializó el fin de semana, pero la promesa sigue en el aire. La administración de Nicolás Maduro podría decidir el levantamiento de la cuarentena. ¿Qué dicen sobre eso los gremios de la salud?
Las políticas sanitarias son erráticas, no se toman con criterios científicos sino con criterios políticos: “Te suelto siete días, te amarro 14 de acuerdo a si hay gasolina o no hay gasolina, o a si la gente se va a molestar”, criticó Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital.
“Para tomar decisiones político-sanitarias debes tener un control de la enfermedad”, señala Jaime Lorenzo, director de Médicos Unidos de Venezuela (MUV). Lorenzo explica que, por ejemplo, las autoridades debieron definir cuántos casos diarios al día, por 100 mil habitantes, eran manejables.
“¿Cómo logras eso? Con una efectividad de diagnóstico, haciendo una gran cantidad de pruebas PCR. Pero en Venezuela, por informaciones que recibimos, se están haciendo entre 3.500 y 3.700 pruebas diarias. Si ese es nuestro techo, e informamos diariamente entre 1.200 y 1.800, si hacemos más pruebas tendríamos más casos positivos”. Este razonamiento, apunta Lorenzo, aplica también para la mortalidad. No se conoce el número real de contagiados y fallecidos, insiste Contreras.
El mundo “está siendo afectado por la variante delta; en cualquier momento vamos a confirmar esta variante en Venezuela, si no es que ya la tenemos”, alerta la dirigente de las enfermeras.
Mientras nada de eso esté claro “no puedes tomar decisiones”, reitera Lorenzo. “Los países que logran controlar la enfermedad, cuando toman esta decisión, es porque aumentan la vigilancia epidemiológica, porque al pasarse las líneas inmediatamente actúan”.
El manejo de la pandemia se ha caracterizado, en el caso venezolano, por “una opacidad de la información oficial”, hasta el punto de que cada persona tiene a algún conocido que se enfermó o murió por COVID-19 y esos datos no están en el reporte. “En esas circunstancias no puedes tomar decisiones con las que puedes poner en riesgo a la población”.
No son los únicos datos sanitarios que se ocultan. Ana Rosario Contreras recuerda que, desde 2014, “no conocemos los boletines epidemiológicos; en ese momento no había pandemia, no había sanciones”. Los boletines epidemiológicos son “la bitácora para saber el curso de una enfermedad”.
MUV critica que se ha comenzado la vacunación “y no se ha cumplido con un porcentaje suficiente para poder tomar decisiones. Si tuviéramos 65% a 67% de la población otro cantar fuera, pero el porcentaje de vacunados no llega a 7%”.
El plan nacional de vacunación debe hacerse con criterios científicos “y no con prototipos de vacunas, sino con vacunas debidamente certificadas y autorizadas por los organismos internacionales”, subraya Contreras. Como enfermera, advierte que son estas profesionales –y no cualquiera- las que deben colocar las inmunizaciones contra la COVID-19, debidamente entrenadas. “El plan nacional de vacunación debe ser transparente, elaborado por científicos” y por las academias. Pero “al parecer al régimen de Nicolás Maduro no le interesa lo técnico, cumplir con el objetivo epidemiológico, sino la parte política”.
En esas condiciones, Lorenzo pregunta: “¿Vas a cometer el error de diciembre? ¿Vas a cometer el error de Carnaval, y teniendo muy claro que los servicios hospitalarios” que reciben a los pacientes graves no tienen equipamiento.
El mal uso del tapabocas, el incumplimiento del distanciamiento físico también son elementos para el análisis, tal como lo plantea Contreras. “Vemos, lamentablemente, gente sin mascarilla en la calle; gente montada una encima de otra. Esta irresponsabilidad del ciudadano, sumada a la irresponsabilidad del Estado, es lo que está generando que muchos inocentes estén siendo afectados por este terrible virus”.
La suma de factores parece llevar a un no como respuesta. Pero esta historia está por terminar de escribirse.