El Gobierno español considera que se dan nuevas circunstancias que aconsejan elevar el grado de representación en Venezuela, dice la información difundida a través de los medios internacionales
Un cable de la agencia de noticias española EFE confirmó que el Gobierno español nombró este martes al diplomático Ramón Santos como nuevo embajador en Venezuela después de dos años sin esta figura en el país.
Santos estaba en Caracas ejerciendo como encargado de Negocios en la legación diplomática ibérica.
En noviembre del año 2020 el embajador Jesús Silva dejó el país «en protesta por las elecciones parlamentarias de ese año, que el Gobierno español no reconoció debido a numerosas irregularidades, como tampoco reconocía al régimen de Nicolás Maduro desde los comicios de 2018».
La representación diplomática la asumió el entonces encargado de Negocios Juan Fernández Trigo, quien en 2021 fue nombrado secretario de Estado de España para Iberoamérica y el Caribe, y a cargo de la representación española quedó Santos.
«Ahora, el Gobierno español considera que se dan nuevas circunstancias que aconsejan elevar el grado de representación en Venezuela», dice el cable de EFE que ha sido difundido.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró el pasado noviembre que si se consolidaba una situación de diálogo entre venezolanos, tras la reanudación de conversaciones en México entre el Gobierno y la oposición venezolana, la retirada del embajador en ese país «es una decisión susceptible de revertirse».
Albares valoró también que España es uno de los países con mayores intereses en Venezuela, lo que requiere un nivel de interlocución adecuado en momentos en que se están tomando decisiones importantes.
Fuentes de Exteriores destacaron esa reanudación y un primer acuerdo humanitario por el que se destinarán 3.000 millones de dólares a mejorar las condiciones del pueblo venezolano, lo que a su juicio supone una mejora objetiva de la situación que conviene apoyar por parte de España con una interlocución adecuada y al máximo nivel para interactuar con ambas partes.
Una vez retomada la negociación en México, España pretende influir, con un nivel de representación adecuado, en que se abra el proceso político venezolano, apuntaron.
Por lo que, con esta decisión, España no cambia su juicio crítico sobre las elecciones de 2018, sino que busca que las de 2024 sean más democráticas y permitan que la oposición pueda jugar el papel que en su momento no pudo ejercer.
Con información de EFE