El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno, profesor Ángel Oropeza,
presentó los resultados de un estudio privado de opinión y percepción pública, encomendado a la firma Delphos exclusivamente para el evento Prospectiva 2026.
Entre los hallazgos del estudio se menciona, por ejemplo, que la esperanza de la población sobre el futuro de Venezuela ha aumentado, aunque al mismo tiempo la mayoría considera que la situación del país ha empeorado, especialmente por los problemas económicos, que constituyen su principal preocupación.
En cuanto a la necesidad de que haya un cambio político, la mayoría de los encuestados (77%) piensa que es necesario, incluyendo un alto porcentaje de quienes se autoidentifican como
simpatizantes del chavismo, como una vía para que puedan solventarse los problemas económicos del país. Así mismo, los venezolanos siguen mostrando una mayor disposición anímica a la protesta pacífica, aunque persiste el temor a la represión si llegasen a materializarla. De hecho, este temor es para la gente el principal inhibidor de las protestas y movilizaciones pacíficas.
Dos de cada tres encuestados manifiesta no estar de acuerdo con las sanciones. Sin embargo, la mayoría (61%) no cree que sean las sanciones la causa de los problemas económicos del país.
Pero sigue vigente la expectativa, en todos los sectores, indistintamente del espectro ideológico o partidista, de que “algo va a ocurrir” en corto plazo, aunque nadie sepa exactamente qué.
Luego de informar sobre los resultados de esta encuesta privada, Oropeza presentó las
conclusiones de un estudio sobre prospectiva política para los próximos 6 meses realizado por el
Centro de Estudios Políticos y de Gobierno también para este evento. Para entender la real
naturaleza del estudio, comenzó explicando cómo la prospectiva política (o political foresight) es
una disciplina sistemática y rigurosa que no busca predecir los acontecimientos por venir, como si fuera un ejercicio de adivinanza o futurología, sino explorar, identificar y analizar los futuros
posibles y probables de un sistema político, con el fin de tomar mejores decisiones en el presente. Se identificaron 27 variables criticas (políticas, institucionales, económicas, sociales,
internacionales), y se realizó un análisis estructural a fin de determinar la influencia y ponderación de cada una como fuerzas motrices que definirán los futuros posibles para Venezuela.
Posteriormente se practicó un análisis de cruce de estas variables críticas, y su correspondiente
diagrama de flujos causales. Finalmente, se adoptó un método de escenarios contrastados para
Venezuela a partir de la creación de una Matriz de Impacto y probabilidades.
Bajo la premisa metodológica no de predecir “esto es lo que va a pasar”, sino “esto es lo que
podría pasar si…”, la combinación y cruce de variables criticas permitió la identificación de 4
escenarios: 1) Mantenimiento del statu quo (continuación de la administración Maduro en el
poder), 2) Crisis sistémica, 3) Materialización y consecuencias de la amenaza externa, y 4)
Negociación forzada.
A partir del comportamiento al día de hoy de las variables criticas consideradas, se discutieron las diferentes probabilidades de ocurrencia de cada uno de los 4 escenarios, y sobre todo los distintos eventos “disparadores” que explicarían sus probabilidades de aparición, así como los elementos claves a monitorear para tratar de anticipar su ocurrencia. En todo caso, y esta fue una de las conclusiones del estudio, ninguno de los 4 escenarios parece definitivo, dada la alta inestabilidad de las variables en juego. “Lo que puede parecer para algunos el fin de algo, avizora en realidad ser el comienzo de otra cosa”, concluyó Oropeza.






