Taima. Tregua. Respiro. Cada quien le puede poner el nombre que quiera, pero el propósito es el mismo: poner de acuerdo a todos los sectores para que trabajen juntos en un contexto de emergencia humanitaria compleja y agravada por la covid-19.
A seis años de recesión en Venezuela, se agregan la pandemia y las otras enfermedades que trae consigo el coronavirus: pérdida de empleo, parálisis de la economía, caída de precios, escasez.
Lo que para el mundo ya es difícil, luce aún más complicado para Venezuela, donde sigue la polémica sobre la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro y el rol de Juan Guaidó. Cabe recordar, también, que Guaidó propuso un gobierno de emergencia nacional, plan avalado por Estados Unidos.
Voces del chavismo, como Elías Jaua, han llamado a la taima. Factores de oposición, como Luis Augusto Romero, mantienen la tesis de la necesidad de trabajar conjuntamente. Diálogo Socia, llamó a buscar acuerdos por la gente. Se han creado grupos de WhatsApp para promover la tregua por Venezuela.
Felipe Mujica, secretario general del Movimiento Al Socialismo, comentó que la mesa de diálogo nacional no se ha vuelto a reunir, y tampoco se avanzó en un documento con directrices para afrontar las crisis superpuestas.
Hay un paso previo para poder sentarse en una mesa de acuerdos, que lo debe dar el gobierno: liberación sin condiciones de presos políticos y reconocimiento de la Asamblea Nacional y devolución de sus competencias, explica Rafael Curvelo, de Juntos. Debe ser un gesto unilateral de Maduro y sin condiciones, apunta.
El paso siguiente sería sentarse en la mesa, con el Mecanismo de Oslo y la mediación de Noruega, la Santa Sede, un país elegido por el ejecutivo y otro por la oposición, propone.
En esa mesa debe estar el sector militar, que tiene poder real y maneja sectores estratégicos. El primer invitado de ese sector, a su juicio, debe ser Vladimir Padrino López.
También debe crearse una mesa técnica humanitaria, preferiblemente coordinada por Naciones Unidas.
Guaidó, hasta antes de la crisis del coronavirus, figuraba en las encuestas como el principal líder opositor venezolano. Por eso, que Guaidó y Maduro se sienten en la misma mesa sería un gesto importante, indica Curvelo, para toda la población.