El dirigente del partido del gallo rojo señala que la organización obtuvo sus peores resultados de elecciones regionales en 17 años. En las elecciones del 21 de noviembre la tarjeta del Partido Comunista de Venezuela aspiraba a fortalecerse con el chavismo opuesto al gobierno de Maduro, pero los números indican que a esa política no le fue bien
El analista político y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Carlos Aquino, afirmó que “el resultado electoral del PCV, el pasado 21-N, fue notablemente negativo, y constituye la peor votación para elecciones regionales que obtiene en su historia reciente”.
“Los datos más actualizados que publicó el Consejo Nacional Electoral (CNE), dan cuenta de 136.672 votos en la tarjeta del PCV, que representan 1,66% de los votos válidos; pero en los comicios regionales de 2017 se habían obtenido 319.727 votos, el 2,9%”, señaló el dirigente comunista.
Explicó que “sólo la comparación entre esas dos elecciones muestra una estruendosa caída de 57,3% en votos absolutos, y una reducción de 42,8% en el porcentaje de apoyo al PCV dentro de los votos válidos”.
Aquino amplió que “además, cotejando las seis elecciones regionales de las últimas dos décadas, la votación que tuvo el 21-N la tarjeta del PCV, en votos absolutos es su peor resultado desde el 2004, cuando logró 134.356 votos, y en porcentaje de apoyo es su peor resultado desde el año 2000, cuando no llegó ni al 1%”.
Analizando esas cifras, el dirigente indicó que “por ende, quien ha sido secretario general del PCV durante los pasados 25 años, faltó gravemente a la verdad cuando afirmó, dos días después del 21-N, que los resultados obtenidos ‘se mantienen en los rangos históricos de votación’; ya que esos números ni siquiera se acercaron al ‘techo’ de votación del PCV, sino que volvieron a acercarse a su ‘sótano electoral’”.
¿La APR captó el voto del ‘chavismo disidente’?
Aquino añadió que “la línea impulsada por el Buró Político (BP) del PCV ha sido mostrar a la nonagenaria organización como ‘el partido del chavismo consecuente’, para lo cual impulsó la denominada ‘Alternativa Popular Revolucionaria’ (APR) como agrupamiento de las bases chavistas-antimaduristas”.
Estas son las segundas elecciones en las que se presentó la ‘APR’, siendo la del PCV la única tarjeta por la cual se expresó oficialmente dicha votación, sobre lo cual Aquino puntualizó que “mientras la participación electoral, de las parlamentarias 2020 a las regionales 2021, subió del 28,5% al 41,8%, la votación de la ‘APR’, cuantificada en la tarjeta del PCV, cayó en 19,7%, pasando de 2,73% a 1,66% de apoyo”.
El dirigente comunista resaltó que “era previsible esa disminución, entre otros factores, por el pragmatismo, hegemonismo, desideologización, prepotencia, arrogancia y sectarismo de los cabecillas de la supuesta ‘APR’, que originó el desprendimiento total de diversos movimientos, organizaciones y corrientes que la integraban, y que otros, en al menos la mitad de los estados del país, apoyaran candidaturas distintas”.
Adicionalmente, expuso que “también hay que comparar con los resultados obtenidos por aquellos con quienes el BP quiere disputar las ‘bases chavistas’, es decir, el PSUV y el Gran Polo Patriótico (GPP); y ahí tampoco puede mostrar ningún éxito, ya que el 57,3% que cayó la votación del PCV, entre 2017 y 2021, es mucho mayor a la pérdida de apoyo que tuvieron el partido de gobierno y el GPP, que fue de 34,1% y 33,1%, respectivamente”.
De estos datos, Aquino insistió en que “como lo advertimos desde hace años: ‘para votar por una mala copia, la gente prefiere votar por el original’, y es lo que nos viene ocurriendo electoralmente al PCV”.
“No es con burdas falacias, intentando maquillar la realidad o pretendiendo ‘esconder el sucio debajo de la alfombra’ como los comunistas debemos actuar, sino dando la cara al pueblo trabajador y asumiendo lo nefasto que ha sido la política errada y vergonzosa impuesta por una camarilla”, sentenció.
La disyuntiva del PCV
Con miras al futuro inmediato del PCV, el experimentado dirigente manifestó que “la militancia comunista estamos obligados a hacer una profunda y descarnada autocrítica acerca del rol seguidista y cómplice al que una dirección personalista y autoritaria ha arrastrado al PCV durante las últimas más de dos décadas”.
Según Aquino, “es fundamental la reconstrucción revolucionaria del PCV, para lo cual debemos asumir sin temores un verdadero y efectivo deslinde frente a las concepciones, figuras e influencias perniciosas del desclasado ‘progresismo’ chavista, y apliquemos los correctivos requeridos en nuestra política y una consecuente depuración de los organismos de dirección”.
“Los comunistas nos enfrentamos a una clara disyuntiva, en la que la otra opción es seguirnos hundiendo en el lodazal de la defensa de los enfoques, las prácticas, la gestión y ‘el legado’ del proyecto socialreformista de Hugo Chávez; y continuar sosteniendo a quienes han infectado al PCV con fraseología pseudorevolucionaria y lo han circunscrito a ‘las bases chavistas’”, finalizó.