En Venezuela el dilema de “ser o no ser” se ha transformado en” votar o no votar”, lo que fragmenta a quienes cuestionan al poder que administra el Estado y esto favorece al Gobierno, quien avanza hacia la imposición de una reforma de la Constitución Nacional.
Así lo señala Juan Barreto, dirigente político del partido Centrados, quien afirma que “con una oposición fragmentada, enfrentada entre sí y muy disminuida, los factores democráticos no tendrían capacidad inmediata de unirse para enfrentar y responder a la reforma constitucional que ha planteado Miraflores”.
En un post en su cuenta de la red social X Barreto reflexiona sobre el escenario político venezolano, en donde la oposición divide sus criterios frente a las elecciones del 25 de mayo.
“Unos dicen que abstenerse, no participar es favorecer al Gobierno, es dejarle todo el terreno libre para que controle todos los espacios. Que ir al evento electoral es ejercer resistencia cívica, democrática y reclamar un derecho. Piensan que la mejor manera de favorecer a los intereses del gobierno es no votar”, señala el profesor universitario.
Cuando mira hacia el otro factor en la discusión señala el argumento de quienes “opinan que sumarse al proceso organizado por el CNE para el 25 de mayo, es colaborar con el Gobierno, hacerse cómplice y legitimar una farsa. Dicen que es un evento sin garantías, arreglado por el Gobierno para ganarlo todo, piensan que no hay alternativa, pues el dispositivo del voto se rompió al no existir garantías de resultados confiables”.
“Argumentan que todos los participantes son agentes acordados y autorizados por el gobierno para convalidar el resultado que ya fue decidido de antemano”, completa el dirigente político.
¿Válidos? ¡Claro que son válidos!
Destaca en su análisis se ha encontrado lo que denomina “otra opinión muy curiosa”.
“Algunos afirman que los dos argumentos anteriores son válidos y verdaderos, que de ninguna manera son contradictorios pues son dos ángulos de un mismo objeto. Dos visiones parciales que no dan cuenta de la totalidad de un asunto que comenzó el 28 de julio y que no ha terminado. Por eso, ambos discursos, ambas estrategias le convendrían al gobierno pues con las dos gana”, señala el sociólogo.
Destaca que “el gobierno habría creado un artefacto, un cajón en el cual toda estrategia opositora conduce al mismo resultado: Ganar-Ganar por parte de un solo ganador. Lo comparan con la guerra en Ucrania. Si se termina la guerra los EEUU salen ganando, si continúa, también salen ganando”.
“Enfrascarse en el debate, votar-no votar, es dividir en pares binarios irreconciliables las visiones coyunturales de cada sector y es caer en la trampa del Gobierno para dividir aún más a la oposición, que saldría fragmentada y peleada de este proceso”, sentencia Barreto.
Finalmente, alerta que “con una oposición fragmentada, enfrentada entre sí y muy disminuida, los factores democráticos no tendrían capacidad inmediata de unirse para enfrentar y responder a la reforma constitucional que ha planteado Miraflores.