El analista y parlamentario sostiene que «el tema de que se escogerá un líder, y no solo un candidato, acrecienta las grietas y define mejor los bloques»
Las inhabilitaciones no sorprenden al analista y parlamentario Aníbal Sánchez. Por el contrario, afirma que la dirigencia se debe preparar para afrontarlas. «Debemos seguir luchando contra ellas en el marco constitucional y electoral. La voluntad del electorado debe prevalecer, debemos trabajar en una regla que siempre les permita a los venezolanos tener una opción en la elección ante el desastre de Maduro, a pesar de sus acciones para promover la desesperanza y la abstención».
Remarca que, si hay unidad de los factores antioficialistas, «en el terreno electoral no van a poder ganar». El gobierno, por ende, «siempre va a promover la división y la abstención».
Sin embargo «los candidatos de la Plataforma opositora de cara al 22 de octubre siguen dando demostración de estar divididos en su visión y misión; incluso, el tema de que se escogerá un líder, y no solo un candidato, acrecienta las grietas y define mejor los bloques, más allá de que se den las reuniones para establecer un mecanismo o línea de sucesión», indica.
Una linea sucesora para definir la candidatura presidencial «solo sería restar empoderamiento al soberano que conforma ese nicho que apuestan por la opción opositora que representa la Plataforma Unitaria como especie de coalición política».
Como lo destaca Sánchez, María Corina Machado lidera los estudios de opinión, y «así como rechaza la idea de la sucesión, busca liderar una política distinta; incluso, con apoyo de factores externos, lo que de entrada significa que se desplazan los líderes naturales de la misma plataforma». Esta posición de Machado «sería secundada por Velásquez y Pérez Vivas de cara al encuentro de aspirantes del día lunes 17, pues en su visión cerrada ven como inaceptable que la oposición claudique y que permita a Maduro decidir quien será el candidato, sin pasearse que para que no ocurra se deben anticipar».
Superlano, por su parte, «augura que el 22 de octubre se escogerá un líder que deberá tomar decisiones en momentos más difíciles que se avecinan, y que es necesario que esa persona no se doblegue», mientras que a Henrique Capriles «le ha correspondido asumir el puesto político que marca diferencia ante los errores, se centra en que el gobierno es derrotable por vía de los votos, y antes de buscar otras rutas, esta se debe trabajar».