Si se juramenta Maduro, alertó, lo que viene «es una debacle en el país que va a afectar todos los aspectos de la vida nacional, y que nos va a regresar a los peores momentos que vivimos en 2017, 2018, 2019»
Acostumbrado a las verdades incómodas, el dirigente opositor Andrés Caleca, dirigente del Movimiento Por Venezuela (MPV), ha buscado la manera de compartir por distintas vías sus reflexiones sobre el momento político en el país. Este lunes, durante la continuación de un foro convocado por la Plataforma Democrática, Caleca estimó que, aunque le ha dado una patada a la institucionalidad «nunca ha estado más débil el gobierno de Maduro», y la oposición venezolana, desmovilizada y reprimida, «nunca ha estado más fuerte». Afirmó que «el golpe es contra el voto» y juzgó que el madurismo «ha perdido toda justificación, y eso, para un movimiento político, es muy grave».
«Tenemos que avanzar; lo que no podemos es desmovilizarnos. La primera gran discusión que hacemos internamente tiene que ver con el papel que los partidos políticos en esta etapa van a jugar; en el enfrentamiento a una dictadura la organización por excelencia para dirigir ese enfrentamiento son los partidos políticos».
El también expresidente del CNE manifestó que la primera tarea «es el fortalecimiento de los partidos políticos». Se debe «fortalecer una vanguardia política capaz de enfrentar una maquinaria dictatorial», porque lo que viene «es represión pura y dura, y la represión conduce a la desmovilización». Para todo eso se necesita una reorganización de la dirección política a todos los niveles, estimó. «Ningún partido solo lo puede hacer. La unidad tiene que fortalecerse más que antes» y para eso «tenemos que estar de acuerdo en lo que debemos hacer».
Ese debate «no ha empezado en el seno de la oposición, y esa ha sido una de mis grandes grandes prédicas en el último mes», comentó.
La dirección política tiene que avanzar, «pero no puede hacerlo de espaldas a lo que está pasando en el país». Es, también, «cómo organizar partidos y dirección política consustanciados, imbricados, amarrados con las organizaciones sociales, los maestros, sindicatos, asociaciones vecinales, lo que está ocurriendo en las zonas populares. Porque lo que viene en Venezuela es una situación compleja, y para el gobierno, también. La gobernabilidad en Venezuela va a ser prácticamente imposible si el 10 de enero no hay un cambio de régimen».
Si se juramenta el mandatario Nicolás Maduro lo que viene «es una debacle en el país que va a afectar todos los aspectos de la vida nacional, y que nos va a regresar a los peores momentos que vivimos en 2017, 2018, 2019», alertó. «Lo que se viene es hambre, miseria y represión si se consolida el régimen de Maduro».
Estimó que, para que haya resistencia fuerte, «tendrá que organizarse en todos los sectores de la vida nacional, porque lo que viene es candela para todo el mundo».
«Se está intentando consolidar una dictadura y nosotros tenemos que prepararnos para enfrentarla», opinó.
Pero admitió que «no estamos organizados para esta situación», porque las generaciones activas políticamente «nunca hemos hecho política en dictadura». Caleca recordó que partidos como Acción Democrática estaban preparados para trabajar en la clandestinidad, al igual que el Partido Comunista. «Nosotros, no. Todas nuestras estructuras, por cierto, muy debilitadas» porque los partidos «no son lo que fueron» y están reducidos y divididos, no tienen la experiencia «de trabajar contra una dictadura». Incluso, «gran parte del trabajo tendrá que hacerse semiclandestino», y la líder María Coria Machado «está semiclandestina», porque «no puede reunirse con nadie, y nadie puede reunirse con ella».
El aparato represivo está montado con asesoría de Rusia y China, señaló.
«A todo eso hay que sobreponerse, y para sobreponerse hay que aprender a hacerlo, y aprender a hacerlo con una velocidad tremenda», aprender «sobre la marcha». Para eso «tenemos dos grandes bibliotecas para investigar», como la historia de lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez: «Qué hizo la resistencia contra la dictadura, cómo se organizó». La otra, es «la experiencia que nuestros compañeros demócratas del mundo están viviendo en regímenes similares al nuestro».
A su juicio, la contradicción de la humanidad política «es entre democracia y dictadura» y hay «mucho que aprender de lo que pasó en las revoluciones naranja, de las primaveras árabes, de los errores y aciertos de la oposición cubana, de la oposición nicaragüense. «Y además, nuestra propia práctica».
Sin embargo, indicó que «el peor enemigo es la ansiedad, porque puede llevar a cometer errores» y «si algo no le está permitido a la oposición venezolana en este momento es equivocarse, porque está en juego hasta la vida». Hablar de elecciones «es jugar adelantado, es estar fuera de foco».