Lo que lo puede frenar “es la participación de la sociedad civil, la participación ciudadana en la discusión”
El analista político José Gregorio Yépez afirmó que la reforma del sistema electoral que anunció este domingo el mandatario Nicolás Maduro es “un proceso al que hay que hacerle muchísimo seguimiento”, porque “Venezuela puede perder la tradición de la representatividad del voto directo que conquistó la sociedad”.
La posibilidad de que haya elecciones de segundo grado, lo que haría perder “la representatividad del voto de la población”, es “un tema importantísimo”, advirtió en declaraciones a Unión Radio.
Yépez estimó que “hay una posibilidad” de que esto ocurra. Y lo que lo puede frenar “es la participación de la sociedad civil, la participación ciudadana en la discusión”.
Pero, subrayó, “no es esperar que, desde los espacios de poder, llamen o por ‘caridad’ permitan que eso no suceda”. A su juicio “tiene que haber presión, tiene que haber activismo, tiene que haber un cuerpo a cuerpo con la gente para convencerla o para precisar que hay algo que la va a desfavorecer a la hora de tomar las decisiones”.
Aprovechar el voto opositor “congelado”
“El problema con la reforma electoral y con la reforma constitucional es que no sabemos qué es”, manifestó. “Si es una reforma electoral para dar más poder y mayor decisión a la gente, y para que se revisen” prácticas como el voto entubado, bienvenida. Sin embargo, todo indica que no va en esa dirección.
A la luz de los resultados de las elecciones del 25 de mayo, los dirigentes opositores tendrán que redireccionar sus acciones “o tendrán que surgir liderazgos emergentes”.
En relación con las elecciones para alcaldías y concejos municipales, evaluó que el PSUV intentaría hacerlas lo más pronto posible para aprovechar que hay “un voto opositor duro metido en el congelador”.
Presión interna
Yépez aseveró que el factor externo podrá incidir, en un proceso de democratización del país, “en la medida en que haya presión interna”. Es decir, que “si la presión interna no existe, si no hay una fuerza que haga sentarse al gobierno a negociar, el factor externo será la amenaza fuera del ring”.
Puntualizó que se trata de presión civil y democrática, y recordó que el poder “siempre hará su trabajo de mantenerse”, por lo que los retadores de ese poder “siempre tendrán la cuesta más empinada”.
El analista resaltó que las carencias económicas de la población son “un elemento de control del poder sobre la sociedad, o un elemento de distracción de las luchas de la sociedad civil en función de los cambios requeridos”.