El Comisionado para las Naciones Unidas designado por Juan Guaidó y por la Asamblea Nacional destacó que han trabajado en “canalizar la movilización de recursos, que hoy en día se encuentran protegidos, y nuestra idea es que pueda ser movilizado directamente al sistema humanitario, organizaciones multilaterales, agencias de acción humanitaria y la sociedad civil”
La distinción entre las pruebas rápidas para la detección de la COVID-19 y las pruebas PCR no es un detalle menor al momento de hablar sobre esta enfermedad. El Comisionado para las Naciones Unidas designado por Juan Guaidó y por la Asamblea Nacional (AN), Miguel Pizarro, comentó que desde el sistema multilateral se han realizado reportes de la situación y se están contabilizando las pruebas PCR.
Con base en estos datos, aseguró que hasta el 31 de marzo «se habían realizado 1.779, en promedio en Venezuela se están haciendo menos de 100 pruebas de COVID-19 al día. ¿Por qué hacemos la distinción entre las pruebas PCR y las pruebas rápidas? Porque las pruebas rápidas tienen un enorme margen de error y esto hace que sea imposible tomar decisiones clínicas o de planificación”.
En un encuentro con periodistas a través de la plataforma Zoom, Pizarro destacó que han trabajado en “canalizar la movilización de recursos, que hoy en día se encuentran protegidos, y nuestra idea es que pueda ser movilizado directamente al sistema humanitario, organizaciones multilaterales, agencias de acción humanitaria y la sociedad civil”.
Asimismo, aseguró que también se está trabajando en que haya un espacio humanitario que sea “verdaderamente consolidado y que no dependa de la manipulación política, ni el control territorial”.
Indicó: “Nuestro mayor énfasis es poder fortalecer al personal de salud y al sistema público. Nuestras prioridades son: protección para el personal de salud, dotación mínima para los espacios de aislamientos y para la atención hospitalaria, y poder recuperar y reconstruir los servicios básicos”.
El diputado puntualizó que, la inclusión de Venezuela dentro del Plan Global de Respuesta Humanitaria (HRP por sus siglas en inglés) «no es una buena noticia para los venezolanos, porque aparecer ahí implica que nuestro país está en las peores condiciones en términos económicos, sociales y alimenticios. Aparecer en este plan pone a Venezuela en la misma línea de países como Siria, Sudan del Sur, Somalia, Libia, Irak y Yemen».