En una jornada marcada por la denuncia y el clamor por justicia, miembros del Comité de Familiares de Presos Políticos se concentraron este miércoles frente a la Embajada de Bolivia en Venezuela, como parte de una ruta diplomática internacional que busca visibilizar las condiciones carcelarias y exigir acciones concretas para la liberación de detenidos por motivos políticos.

Yovanka Ávila, vocera del comité, expresó que durante todo el año han acudido insistentemente a instituciones del Estado venezolano para denunciar lo que califican como “condiciones inhumanas” en los centros de reclusión. “Hemos enviado pruebas de inocencia, pero nos hemos encontrado con un Estado indiferente y sordo a nuestras solicitudes”, afirmó.

Cifras alarmantes
Según Ávila, actualmente hay más de 800 presos políticos en Venezuela, entre ellos:
- 4 adolescentes
- Más de 130 mujeres
- Más de 80 personas extranjeras
- Más de 80 detenidos con patologías graves sin atención médica especializada
- 13 personas en aislamiento total
- 154 casos de desaparición forzada
“La desaparición forzada es lo más preocupante. Nos convierte a los familiares en víctimas secundarias, porque debemos recorrer organismos del Estado buscando respuestas, y lo que recibimos son amenazas, negación, y la imposibilidad de entregar medicinas o alimentos”, denunció.

Riesgo de suicidio y presión internacional
Ávila también alertó sobre el deterioro emocional de los detenidos: “Muchos han intentado suicidarse. Tememos por sus vidas, especialmente ahora que hay amenazas vinculadas a la presión internacional que se ha generado”.
La vocera lamentó que desde 2020 se haya eliminado el derecho a la defensa privada para los presos políticos, lo que agrava la vulneración de sus derechos humanos. “Ya ni siquiera se respeta la apariencia de un debido proceso. No hay legalidad, no hay humanidad”, sostuvo.

Llamado a la comunidad internacional
La protesta frente a la Embajada de Bolivia forma parte de la “segunda ruta global” en su tercer día de actividades, en la que los familiares solicitan un esfuerzo diplomático conjunto por parte de las embajadas acreditadas en Venezuela. El objetivo: lograr liberaciones, mejoras carcelarias y frenar el recrudecimiento de la represión.
“El apoyo internacional es urgente. Esta situación no puede seguir normalizándose”, concluyó Ávila.






