«El marketing vende a las mujeres todavía como las abnegadas que lo dan todo, que se olvidan de sí mismas para dedicarse a los hijos y a la familia. El feminismo y todo el movimiento quiere tumbar esas narrativas porque la abnegación implica que se eliminan ellas por un propósito o una responsabilidad que les imponen», subraya la coordinadora del diplomado Perspectiva de género y prevención de las violencias en razón de género que dictará el CIAP UCAB
A propósito del Día Internacional de la Mujer, la coordinadora del diplomado Perspectiva de género y prevención de las violencias en razón de género que dictará el CIAP UCAB, Mariana Medina, invita a derribar el mito de que «la mujer venezolana es 4×4».
«Decir que lo puede todo, que es luchadora, power girl y todo eso, es un estímulo para que haya el agotamiento mental en el que nos vemos sumergidas. Lo dicen los expertos en neurodesarrollo: el ser multitareas no beneficia a nadie, porque implica que hagas de tu cerebro un pastel por tanta exigencia. ¿Esa es la mujer que queremos en nuestro país, una mujer con una carga mental que la absorbe y la consume? Desde hace 25 años la mujer venezolana se ha visto en la necesidad de asumir desafíos muy profundos y ahí hay una narrativa desigual. Las mujeres ‘somos, somos, somos…’, pero no estamos viendo el deterioro de base. Y los hombres son líderes, son héroes, mientras las mujeres nos encargamos de todo», sostuvo en entrevista con El Ucabista.

«El marketing vende a las mujeres todavía como las abnegadas que lo dan todo, que se olvidan de sí mismas para dedicarse a los hijos y a la familia. El feminismo y todo el movimiento quiere tumbar esas narrativas porque la abnegación implica que se eliminan ellas por un propósito o una responsabilidad que les imponen», subraya.
Para lograr la igualdad «las mujeres deberían ser apoyadas por los hombres y eso es parte de la educación con perspectiva de género (…) Los hombres trabajan cinco horas al día más que las mujeres y esto ocurre porque las mujeres se ven en la necesidad de abandonar sus empleos para ocuparse de los cuidados. El mismo BID decía en 2021 que 80,9% de los hogares cuya jefatura es de mujeres son casi 10 puntos por encima más pobres que si el jefe de familia fuese un hombre, lo que se refleja en el término desgarrador ‘feminización de la pobreza’ (…) En Venezuela, el sistema social no está preparado para acompañar a las mujeres en esta realidad de ser jefas de familia, el país no está preparado para acompañar el progreso de sus mujeres».
El diplomado comenzará a cursarse en línea a partir del próximo 24 de marzo. «Este diplomado tiene varios impactos, pero el que más nos interesa es que los participantes integren la perspectiva de género, apliquen el conocimiento en sus espacios –trabajo, familia, amigos–, porque ahí es donde hay que empezar a quebrar el statu quo, ahí es donde están las narrativas atornilladas», adelanta Medina.