Laura Dib, directora del programa para Venezuela de WOLA, indicó este viernes que no está claro en qué cambiará la situación de los migrantes venezolanos la visita del enviado de Trump, Richard Grenell.
Planteó a los venezolanos en EEUU que informen sobre los riesgos que corren si regresan a Venezuela, porque hay conciencia en los dos partidos de ese país sobre la situación de derechos humanos para los venezolanos.»El llamado sería que se comprensa que toda persona tiene derecho a la no devolución si su vida, su libertad o su integridad corren peligro», enfatizó.
Dib, en entrevista con Unión Radio, señaló que ha quedado claro que la prioridad de Trump es reducir la migración. «Es muy fácil criminalizar a la población migrante, y no tenemos certeza de quiénes serían deportados», si son o no del Tren de Aragua.
Recordó que se han adoptado muchas medidas en poco tiempo, tales como revocar la extensión del TPS, suspender la entrada de personas indocumentadas en la frontera con el uso del término «invasión» y se canceló la aplicación del CBP One. Además, se puso fin al parole humanitario y a la ciudadanía por nacimiento.
«Hay una disminución de la presencia de personas» en la frontera, acotó Dib. Unas 600 mil personas podrían beneficiarse de la extensión del TPS, remarcó, por lo que podrían ser sujetos de deportación a partir de septiembre.
Entre las órdenes ejecutivas «está la suspensión de la ayuda extranjera», lo que implica que el financiamiento a organizaciones que trabajan por poblaciones vulnerables, proyectos de integración «están suspendidos». Es probable «que no se retomen programas que tienen que ver con migración y derechos de mujeres y niñas».
El recorte de esa ayuda, advirtió, «va a servir para todo lo contrario» de lo que se propone Trump, comentó.