Un acuerdo político y democrático en Venezuela es crucial para evitar que se agudice la crisis migratoria, aseveró este viernes, 16 de agosto, el secretario general del Consejo Noruego de Refugiados, Jan Egeland.
«Van a ser cruciales las próximas semanas y hay posibilidades de que mejoren las cosas en Venezuela», expresó a EFE el representante, que confía en que si se firman acuerdos, la migración disminuiría y los venezolanos que ya residen fuera retornarían, pero en el caso de que no, se verían obligados a seguir huyendo de su país.
Colombia jugaría un importante papel en el caso de que sucediera otra gran ola migratoria como primer país de acogida de esta población, destacó Egeland, que visitó esta semana Necoclí y Urabá, dos de las últimas localidades por las que pasan los migrantes antes de adentrarse en el tapón del Darién en su paso hacia Norteamérica.
Los venezolanos que están camino hacia el norte arriesgan su vida y lo poco que tienen por irse a Panamá a través de esta peligrosa selva del Darién, agregó el secretario de la ONG, y muchos coinciden en que «han perdido la esperanza de una vida mejor en su país».
Muchos familiares de estos migrantes que ya han salido de Venezuela, de hecho, ya se están planteando irse del país si no hay acuerdos políticos, según le expresaron a Egeland algunas de las personas con las que coincidió en su viaje a la frontera con Panamá.
Muchos de los venezolanos que salen con la idea de llegar a EEUU terminan quedándose en Colombia por el temor al viaje al que se enfrentarían, una travesía de 97 kilómetros a través de una de las selvas más peligrosas del mundo, la primera de las siete fronteras hasta llegar a EEUU, una distancia total de 3.742 kilómetros.
Ya son 200.000 las personas que han cruzado el peligroso Darién, la selva que separa Colombia y Panamá y por las que muchos pierden la esperanza o incluso la vida, y al menos 122.000 de ellos son venezolanos, según el Servicio Nacional de Migración de Panamá.
EFE