El líder opositor asegura que se reunió en su casa con oficiales de la FANB y que el proceso que se está presentando «es irreversible». Dijo que «esto no es improvisado» y aseguró que «no nos van a parar y la comunidad internacional no nos a dejar solos»
Leopoldo López, aseguró que vienen más acciones militares y piensa que en semanas habrá un desenlace. «¡Claro que van a venir más movimientos del sector militar!», aseguró el dirigente de Voluntad Popular, desde las puertas de la residencia oficial del Embajador de España en Venezuela.
Aseguró que durante más de tres semanas sostuvo reuniones en su casa, durante su arresto domiciliario, con oficiales de alto rango de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). «Me reuní con comandantes, con generales con representantes de distintos componentes de la Fuerza Armada y de organismo policiales».
«Créanme algo: la fisura que se abrió el día 30 de abril se va a convertir en una grieta, y esa grieta va a terminar rompiendo el dique. Quien hoy duda que en la fuerza Armada hay hombres y mujeres comprometidos con la libertad», aseguró además que «es un proceso que es irreversible».
López dijo que esta no es una acción de improvisada y que había «mucha gente en conocimiento de lo que estaba planteado y se planteó solo como un primer paso que tuvo impacto al interior de la Fuerza Armada».
Aseguró que ha tenido comunicaciones con jefes de Estado y de Gobierno «aliados» que le han manifestado su respaldo. Dijo que se ha creado «una coalición solo comparable con la de los aliados de la segunda guerra mundial».
«No vamos a parar y la comunidad internacional no nos van a dejar solos» afirmó.
En entrevista con la agencia de noticias Efe aseguró que «hay un claro interés de su entorno más íntimo de que Maduro salga del poder. Se dieron varias conversaciones».
Acerca de las conversaciones que han sostenido ese entorno, subrayó que han insistido siempre en que el proceso de su salida debe ser «pacífico, que no recurra a la violencia, pero tiene que contar con la fuerza del pueblo y de la Fuerza Armada».
«Tiene que ser un proceso que garantice la integridad de quienes hoy están usurpando el poder. Eso lo hemos hablado y en todas las conversaciones reitero esto: nosotros no queremos hacerle a nuestros adversarios lo que nos hicieron», subrayó López.
El líder opositor hizo hincapié en que no quiere «nunca más que haya presos políticos, ni torturados ni asesinados por salir a protestar».
El opositor informó que permanecerá en la residencia que lo acoge en calidad de huésped hasta lograr el “cese de la usurpación”, refiriéndose al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El también fundador del partido Voluntad Popular expresó que no desea volver a la cárcel porque es “un infierno”, y aseguró que apoya la “cooperación internacional” contra su país en “cualquiera de los terrenos”, en alusión a una posible intervención militar extranjera.
El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) recibió del Tribunal Supremo de Justicia una orden de aprehensión contra López donde se decide que continúe cumpliendo su condena en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde (Cenapromil), ubicado en la ciudad de Los Teques, al sur del Área Metropolitana de Caracas, pena de 13 años de prisión de los cuales ha cumplido cinco años, dos meses y doce días.
Estás fueron las primeras declaraciones de López quien el martes 30 de abril fue liberado de la detención residencial por un grupo de militares que apoyaron la llamada Operación Libertad, liderada por el presidente del parlamento venezolano, Juan Guaidó.
En respuesta a la orden de captura, el gobierno ibérico aseguró que “España no tiene intención” de entregar al dirigente de oposición venezolano, y añadió que López, su esposa, Lilian Tintori, y su hija de 15 meses “se encuentran en la residencia del embajador de España en Caracas por voluntad propia”.
España, añade la nota oficial, «confía en que las autoridades venezolanas respeten la inviolabilidad de la residencia del embajador español».
El Gobierno español admite que la orden de detención dictada por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela «se trata de un movimiento judicial esperado».