Para Argelia Castillo, secretaria de Apufat-UCV y de la Central ASI en Caracas, la política laboral del gobierno se mantiene «sin importar el ministro». En 23 años «han seguido un patrón para mantener al trabajador como un esclavo moderno», señala Luis Hernández, presidente del frente de trabajadores petroleros
Venezuela tiene un nuevo ministro del Trabajo: Alexis Corredor. El pasado 3 de febrero el mandatario Nicolás Maduro anunció la salida de Francisco Torrealba, quien -según dijo- «va a las catacumbas del movimiento obrero», e informó que Corredor asumiría esta cartera. Torrealba, abogado y miliciano, lidió con un ciclo de protestas laborales que incluyeron marchas, concentraciones y entrega de documentos en varias instituciones.
El último aumento del salario mínimo, en marzo de 2022, llevó el ingreso a 130 bolívares mensuales; esos 130 bolívares mensuales se han convertido en menos de cuatro dólares al mes. Aun cuando el ejecutivo ha entregado bonos, lo cierto es que el salario mínimo no se ha movido en casi dos años.
Con el cambio de ministro, ¿cambiará la política laboral del gobierno? «Lo veo muy difícil, porque en 23 años han seguido un patrón para mantener al trabajador como un esclavo moderno y no han mejorando el salario laboral, lo cual afecta a las prestaciones sociales o jubilación», señala Luis Hernández, presidente del frente de trabajadores petroleros. A su juicio, la gestión de Francisco Torrealba «fue deplorable, nunca hizo nada para mejorar la calidad de vida de los trabajadores en Venezuela; fue una estrella fugaz más en la carrera ministerial en Venezuela».
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social registró 4.351 protestas en el primer semestre de 2023; es decir, el equivalente a 24 protestas por día. De acuerdo con el Observatorio, 3.754 se relacionaban con derechos sociales y laborales.
Si le toca hacer un juicio de Torrealba, sostiene que la suya fue «una gestión muy mala, en la que los trabajadores fueron ignorados y se incumplieron las conversaciones previas». No hubo «un acto de solidaridad con la clase trabajadora, ni en la administración pública ni en la univfersidad».