El dominicano Christian Ramos se desempeñará «como consejero especial de la OIT para acompañar y apoyar de manera continua la aplicación del plan de acción y la preparación de la cuarta sesión del foro de dialogo social a partir del mes de noviembre del 2023»
Por razones ajenas a su voluntad. Como lo ratificó José Marcano, dirigente de la Coalición Sindical Nacional, este fue el argumento utilizado por el gobierno venezolano para suspender el diálogo tripartito, con facilitación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que debía desarrollarse en octubre pasado en Valencia.
Luis Crespo, vicepresidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), recordó que «el gobierno nacional, el 4 y 5 de octubre, de manera unilateral suspendió el Cuarto Diálogo Social que debió realizarse en Valencia y actualmente está en Ginebra tratando de ‘lavarse la cara’ y tratando de reivindicar elementos de ese convenio». Esta fue, reiteró, «una decisión unilateral, y el único argumento que esgrimió el gobierno es que no había condiciones para realizar el diálogo, y se fue a Ginebra».
El director de la OIT, Gilbert F. Houngbo, envió una carta al ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, en la que informa la designación de un consejero para hacerle seguimiento a la situación. «Tengo el agrado de informarle que he designado al Sr. Christian Ramos, de nacionalidad dominicano y con amplia experiencia en materia de dialogo social y normas internacionales del trabajo como consejero especial de la OIT para acompañar y apoyar de manera continua la aplicación del plan de acción y la preparación de la cuarta sesión del foro de dialogo social a partir del mes de noviembre del 2023», reza la misiva.
Varias centrales sindicales fueron excluidas, y siguen fuera de ese escenario, enfatizó Marcano. «No hay avances y seguimos con la misma opinión. En Venezuela no hay avances. No puede haber diálogo social alguno con dirigentes sociales presos, y mucho menos, sin un dirigente sindical como Emilio Negrín, que participó en el primer foro de diálogo social y hoy está preso».
Este es un gobierno, manifestó Crespo, que se caracteriza «por incumplir los convenios internacionales, que se caracteriza por mentir y buscar cualquier cantidad de subterfugios para justificar su responsabilidad en la violación de derechos humanos y derechos fundamentales de los trabajadores y de las familias venezolanas. Ante eso se impone la necesidad de que los gremios, los sindicatos nos movilicemos y nos mantengamos activos en la calle por la defensa de nuestros derechos».
Ana Yánez, dirigente de la Unete, apuntó que del diálogo no hay resultados concretos, ya que el gobierno no ha cumplido con los compromisos. «Sin embargo, algunos anuncios ha habido: aceptó el gobierno que viniese un funcionario de la OIT para Venezuela para ver y contribuir a dirimir todos estos conflictos y que se cumpla con las exigencias de los convenios 87 de libertad sindical, discusión del salario y otros convenios que Venezuela ha ratificado», indicó.
Sobre el convenio 26, después de 13 reuniones, rememoró, «hay un documento final que no ha sido acordado por las partes que entraría en vigencia en 2024 como la metodología para la fijación del salario mínimo».
Las centrales que están sentadas con el gobierno, sostuvo Marcano, «no representan a todos los trabajadores en Venezuela». Por lo que uno de los próximos pasos debía ser su incorporación.