«Me jubilaron como dirigente gremial sin pedir la jubilación; solo por protestar. Eso es violatorio, no solo de la Constitución, sino del contrato colectivo que ellos mismos firman», subraya la presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela. Mauro Zambrano, dirigente del sindicato de hospitales y clínicas, explica que más de 20 mil trabajadores han sido jubilados en menos de un año
Marcha, protesta, acompaña las manifestaciones de otros y no se queda callada. Pero Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela, mantiene un discurso de respeto y reitera su llamado al diálogo. Sin embargo, igual la jubilaron contra su voluntad. El pasado 9 de agosto marchó desde Parque Carabobo hasta la plaza Caracas, a las sedes de los ministerios del Trabajo y Salud, para denunciar la situación de los trabajadores.
«El derecho a la salud y el derecho a un salario digno para vivir con dignidad son dos derechos importantes para tener el desarrollo del país», explica. Aunque defiende los espacios para dialogar, pero insiste en que las autoridades no cumplen. «Todo se queda en la primera reunión y luego no hay más. Y la respuesta de la contraparte es lo que estamos denunciando, como las jubilaciones forzadas, el irrespeto por la inamovilidad».
La conflictividad, insiste, «la ha provocado el gobierno; no la han provocado los trabajadores». En ese contexto «nos hemos dirigido a todas las instancias para que tengamos respuesta a algo indispensable: los derechos humanos».
Su caso es emblemático. «Me jubilaron como dirigente gremial sin pedir la jubilación; solo por protestar. Eso es violatorio, no solo de la Constitución, sino del contrato colectivo que ellos mismos firman». Trabajaba en el hospital Luis Salazar de Guarenas (IVSS) y era jefe de servicio del hospital Guatire-Guarenas. «Mi referencia la pueden dar los trabajadores. Como bioanalista defendí los derechos de los trabajadores y de la población».
Mauro Zambrano, dirigente del sindicato de hospitales y clínicas, explica que más de 20 mil trabajadores han sido jubilados en menos de un año. «Entre ellos, 49 dirigentes sindicales. En algunos casos el criterio es lo que decida el jefe de personal del Ministerio de Salud, que tiene una política de jubilaciones».
Judith León precisa que el Ministerio de Salud la jubiló a la fuerza, y en el IVSS le advirtieron que si no se marchaba, la botarían. «Eso fue en 2016, porque estaba en la calle protestando por los derechos de los trabajadores; me habían amenazado desde 2012. Ellos me mandaron a decir que si no me jubilaba, me iban a botar. Por mi paz mental y familiar, acepté». Con el Ministerio de Salud no fue mejor: «Me enteré de que me jubilaron en 2021, porque supuestamente me buscaban como ‘palito de romero’. Ejercí mi derecho y, hasta hoy, no he recibido respuesta».
-¿Por qué querían botarla?
-Por denunciar las situaciones. El problema del sector salud no nació hoy. Lo venimos denunciando desde 2010, cuando el gremio de bioanalistas salió a la calle. Empezaron a fallar los tubos y los reactivos y comenzamos a protestar en la calle.
Si los trabajadores están dispuestos a seguir trabajando hay que dejarlos, remarca Zambrano, porque en el sector el déficit supera 50%. «Con ese déficit están jubilando», indica.
-¿Contratan personal?
-Eso queda así. Entonces pasan cosas como la que sucedió en el Hospital Universitario, con una paciente de piso 9 que se quejó porque no hay vigilancia. Es que en una guardia de un hospital de 10 pisos hay 20 vigilantes, que deben trabajar toda la noche. Por supuesto, no hay personal suficiente, y quien paga las consecuencias es el paciente: hay inseguridad, no consigues a la enfermera, no están los especialistas. Esa situación afecta directamente al paciente. No hay vigilante porque el Estado no da salario ni condiciones.
Las jubilaciones a la fuerza deben ser abordadas por el Ministerio del Trabajo, resalta León. «Su nombre lo indica: debe socializar los problemas que tenemos para buscar soluciones. Pero la puerta no ha sido abierta de esa manera. Ahí están sentados para buscar convenciones colectivas de trabajo. ¿Por qué no se ha llegado a acuerdos?».