El salario mínimo no ha aumentado, entre otras razones, por la falta de fuerza de los representantes sindicales sentados en la mesa con el gobierno, evalúa el secretario de Fetrasalud e integrante de la Red Sindical Venezolana
No hay palabra más sentida por el bolsillo de los trabajadores que la sale del pecho de un sindicalista. Las palabras de Pablo Zambrano, secretario de Fetrasalud e integrante de la Red Sindical Venezolana, apuntan no solo al ajuste del salario mínimo -que considera que puede ser llevado a 250 dólares para empezar- sino también a la renovación de los rostros que dirigen las centrales sindicales. Su primer objetivo es que se celebren elecciones en la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), aunque también llama a que todas las centrales sindicales consulten a sus bases. «Todos deben hacer elecciones», dictamina. «Tienen que renovarse». La CTV «es el órgano que puede aglutinar las luchas, que puede servir de bisagra para que todos los sindicatos vayan a elecciones y enfrentar a la patronal pública y a la privada».
«Siempre he apoyado el diálogo. Creo que uno de los grandes errores que se ha cometido en la política es la criminalización de la protesta. La protesta sirve para la reflexión de quien tiene cualquier cuota de poder, y el poder es para ayudar. La protesta debe permitir que haya soluciones. Pero el diálogo ha sido criminalizado. Los dos polos actuaron de esa forma. En un país donde se criminaliza el diálogo y la protesta se entra en un camino que no da soluciones reales a la gente, que es el problema que tenemos ahorita», afirma.
En el diálogo tripartito, o diálogo social (como lo define el gobierno) la parte patronal «tiene mucha fuerza», sostiene. «La debilidad está en el movimiento sindical, y no por los trabajadores, porque los trabajadores han demostrado la fuerza que tienen en el país con sus dirigentes de base, con las verdaderas caras de la lucha. Pero la dirigencia sindical no quiere hacer elecciones, ni quiere renovarse».
Según la Constitución, remarca, las elecciones deben ser regidas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), lo que es una intervención en los asuntos sindicales y la violación real del Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). «Pero es legal», reitera. Sin embargo, un órgano como la CTV no necesita el CNE para hacer el proceso electoral. «La OIT tiene un reglamento que permite que las organizaciones vayan a sus elecciones, y la prueba es que están sentados, en la comisión de diálogo, reconocidos por el gobierno, por Fedecámaras y por la propia OIT». Contrasta los cambios de autoridades registrados en Fedecámaras con la inmovilidad en la CTV.
Hacer elecciones «significa darles fuerza a los trabajadores», insiste. «Los trabajadores están ahí. ¿No has visto cómo han salido los trabajadores?». Mas no es igual con los dirigentes sindicales. «Hubo una huelga de hambre en Guayana y no se presentó ni un solo dirigente de una central sindical». Critica, igualmente, a quienes dirigen luchas sin sindicatos. «Dirigente sindical es aquel por quien votan; tienes que ganarte ese espacio, debes ser un líder y tener gente».
En su opinión «todas las centrales sindicales deben hacer elecciones: la Central Bolivariana, la CGT, la CTV, Unete, el propio ASI Venezuela debería dar esos pasos». Regresa a la CTV: «¿Cómo les vas a dar una excusa a los trabajadores si tienes 21 años sin hacer elecciones? Hay sindicatos que tienen 18 años, como el de hospitales y clínicas. Se han muerto casi todos los dirigentes; de la CTV casi todos se han muerto. Quien dice ser secretario general de la CTV en realidad es vocal, no es secretario nada». Habla principalmente de la CTV porque, como recuerda, «soy cetevista» y ya hizo un intento para que se concretaran las elecciones y ayudó a organizar un congreso para renovar las autoridades. Enfatiza que más nunca entregaron cuentas, aun cuando están obligados a hacerlo.
El mejor momento para hacer esas elecciones «es ahora» porque está la OIT y se puede llegar a un acuerdo entre los distintos movimientos sindicales del país «para abrir el campo en la CTV».
-¿Con el CNE?
-Vamos y hablamos con el CNE. Vamos y hablamos con el Ministerio del Trabajo. Si es necesario, hablamos con el presidente de la República.
-¿Si el TSJ lo para?
-No lo va a parar, porque lo vamos a hacer bajo el diálogo y el entendimiento. Pero lo que pretenden es hacer algunas elecciones en federaciones, hacer una convención y volver a secuestrar la CTV. Ese es el camino que quieren abordar, sin hablar con nadie, escondiditos, con complicidades. Y eso no lo vamos a permitir. Necesariamente todos los sindicatos del país deben realizar procesos electorales; las federaciones, igual. Y, por supuesto, las confederaciones también.
En el artículo 402 la ley orgánica del trabajo, explica Zambrano, establece que las organizaciones sindicales tienen derecho a efectuar elecciones sin más limitaciones que las establecidas en sus estatutos. Señala, también, que «la no convocatoria a elecciones sindicales por parte de los integrantes de una junta directiva a la que se le haya vencido el período para la cual fue electa es contraria a la ética sindical, al ejercicio de la democracia sindical y a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela». Es justamente a la ética a lo que alude: «Si no haces procesos electorales es una violación a la ética; perdiste la ética. Pero también los estatutos de los sindicatos establecen cuándo hacer las elecciones. Tú le exiges, como dirigente opositor, al presidente de la República, a gobernadores y alcaldes que cumplan con la ley y hagan sus elecciones, ¿y tú no cumples con tus estatutos? ¿Cómo es la cosa?».
-¿Qué se ganaría, para el diálogo, con la renovación de las centrales sindicales?
-Fortalecerlas, porque cuando la gente vota, el elector es el que gana y el que pierde. Cuando alguien gana en un proceso democrático, el perdedor, el que votó por otro, se suma a ese triunfo, y dice «ahora tenemos un órgano». Con elecciones habría más fortaleza, porque se fortalece el tejido social. ¿Contra quién vamos a luchar? Contra la patronal, sea pública o sea privada. ¿Qué tenemos en Venezuela? El salario. Si no hay salario no hay contrato colectivo. ¿Para qué vas a discutir un contrato colectivo si el salario mínimo es cuatro dólares? Por supuesto, ¿qué te dice eso? Que los tabuladores no avanzan en nada.
-¿Por qué no se ha aumentado el salario mínimo?
-Por falta de fuerza de la representación. No son las mismas caras de la lucha. No cuentan con el apoyo de los trabajadores porque no han aglutinado esa fuerza. Ellos son unos participantes más, no son los que dirigen las luchas. El gobierno, la situación económica es fuerte. Hay una situación política, que es el tema de las sanciones, que indistintamente de que estemos de acuerdo o no, esa es la excusa del gobierno para decirte que no puede aumentar el salario, que no puede invertir en salud ni en educación, y tenemos el país que tenemos. ¿Por qué nosotros les vamos a dar esa excusa? Dependemos de los factores políticos para lograr avances en lo laboral. ¿Qué ha hecho el gobierno? Nos ha aumentado bonos. El cestaticket es una cláusula, pero el bono de guerra es un invento que, al final, tiene que ser salario porque es un pago permanente. Tiene que convertirse en salario porque es un pago permanente; eso no lo digo yo, eso lo dice la ley.
-¿Qué van a hacer para que haya elecciones en la CTV?
-Estamos en la denuncia. Se ha convertido en un imposible que los cuatro compañeros que quedan ahí busquen unificar el movimiento sindical. Es un abuso. El 25 de octubre la CTV va a cumplir 22 años sin realizar un proceso electoral, y uno les dice esto a los compañeros y se molestan, creen que uno es enemigo de ellos, y yo no soy enemigo de nadie. No estoy diciendo que sean malos dirigentes, pero no puedes apropiarte de lo que no te pertenece.
La CTV «debe decirles a las federaciones ‘voy a elecciones’ para que las federaciones vayan a elecciones. La confederación tiene más de 20 seccionales, además de Fetrasalud, Fetrasined y muchas otras federaciones, como Fedeunep».
-¿En cuánto tiempo se puede hacer ese proceso de renovación?
-Si uno se pone de acuerdo eso podría ser en un año o año y medio. Se podría ayudar a los sindicatos, que necesitan ayuda y formación. El mundo viene cambiando; ahora se sustituye un trabajador por un robot. Es un mundo globalizado, con nuevas formas de lucha, con redes. Y así tiene que avanzar el movimiento sindical. La dirigencia de las centrales no quiere entender que debe renovarse. Puedes seguir asesorando. Escuchar. Ayudamos en todo lo que se puede, como programas sociales que se pueden implementar. Lo que tenemos no se ha adaptado al nuevo mundo.
Pablo Zambrano indica que el diálogo social discutió un método durante dos años «y la metodología va a ser la comisión tripartita para establecer el salario mínimo, y cualquier aumento de salario es reserva legal del gobierno nacional. Se necesita la fuerza de los trabajadores venezolanos, incluso de los del sector privado».
-¿Entonces no hay avance?
-El avance es que establezca una mesa en la que se pueda discutir. No podemos ser mezquinos. Hay una mesa con un órgano internacional que presiona al gobierno, hay conversaciones. No es todo lo que queremos, pero sí es un logro que haya una mesa donde se discuta el salario, que no lo haga solamente el gobierno. Pero eso tiene que ser acompañado por un movimiento fortalecido. En Venezuela la CTV llegó a hacerle un paro al gobierno nacional, aunque era de su propio partido. Le hicieron peticiones, el hombre se cerró y ¿cuál es la fuerza que tienes ante el poder? El colectivo.
-¿Hay fuerza, ahora, para una medida de ese tipo?
-La fuerza que tenemos representó un momento y tiene que ver con el salario. Es lo que movió a los trabajadores. Ya esa efervescencia bajó, porque hay un ingreso entre 70 y 90 dólares. La lucha va por la recuperación del salario, y tenemos que volver a recomponer las bases para lograr la presión adecuada a la patronal; también a la privada. Hay una situación que debemos discutir: la inflación en dólares. Aumenta un precio en bolívares y aumenta en dólares. Hay que hablar con los sectores privados para buscar fórmulas. La meta del sector privado es eliminar las prestaciones sociales. Ahora, para eliminar las prestaciones sociales hay que dar una gran discusión, porque en una oportunidad ofrecieron a los trabajadores poder comprar casa y carro, tener un verdadero ahorro familiar y eso no existe en este momento.
La recuperación del salario, en su criterio, puede comenzar con acciones como mejorar el cestaticket. «En vez de dar los 40 dólares de ticket puedes dar 90 dólares; es una propuesta justa para mejorar el ingreso de los trabajadores, porque al trabajador hay que darle ingreso para fortalecer la economía», puntualiza. También «tienes que tratar de darle al trabajador, como mínimo, el 50% de la canasta alimentaria». Como mínimo «entre el ticket y el salario los trabajadores deberían recibir 250 dólares para comenzar a recuperar, y ese sacrificio lo puede hacer el gobierno y ya una parte de los empresarios lo hace».
-¿Si no se mejora el salario mínimo?
-Seguiremos en un país como lo tenemos: con grandes conflictos. Las grandes necesidades de la gente sin satisfacer. El salario está provocando la migración forzada. La gente se va a otras latitudes a buscar. Lo más político que hay en el país es el salario. Tiene que haber acuerdo de las patronales para mejorar la producción. Para que creen leyes que permitan que la inversión en el país genere cambios reales.
Más allá de lo sindical, esgrime el acuerdo democrático nacional, a fin de buscar soluciones a problemas del presente. «No podemos esperar que alguno gane las elecciones para lograr que la gente mejore. Los que hablan de eso, que me disculpen, porque están bien equivocados. Con este mismo gobierno debemos buscar mejoras. Hay que hablar con el gobierno, porque ese es el patrono que tenemos. Los cambios pueden comenzar bajo el acuerdo democrático nacional; el diálogo entre todos». Considera que, si se pierde Citgo, «es por culpa de los políticos», por no ponerse de acuerdo.
«Estoy seguro de que en Venezuela los sectores moderados son muchísimo más grandes que los radicales. Pero, ¿qué pasa? Que el radicalismo hace mucha bulla y tiene un gran aparataje a escala internacional, de gente que está fuera y dice que está luchando por el país aunque es su modus vivendi. Los discursos radicales dentro de Venezuela. El radicalismo no nos lleva a nada. 25 años de confrontación en Venezuela, y mira cómo estamos». Los dirigentes políticos «abandonaron la calle, y los trabajadores la mantuvimos viva, por la defensa de los derechos sociales, corriendo riesgos como los que hemos corrido, con compañeros que han estado presos».
-¿Cómo dialogas con trabajadores presos?
-Esa es parte de la fortaleza que ha que tomar en la unión de todos los sectores. Permitir abrir los campos de la dirigencia sindical que ha estado en la calle para que le pongan fortaleza a cualquier diálogo y que se permita hablarle al gobierno.