Hizo conocer también que, ex funcionarios de las Fuerza de Acciones Especiales (Faes) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) instalan alcabalas para «matraquear» a los conductores
El motín de la Zona 7 de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) comenzó por un problema de dinero porque algunos presos no habían cancelado el peaje que es cobrado en dólares, indicó el abogado defensor de los Derechos Humanos, Rafael Narváez, quien repudió que existe una «mafia entre los custodios, el jefe de policial de la zona 7 y los jefes de banda».
Situación que se complica con las condiciones infrahumanas que tiene la estación policial, donde «los baños no sirven», que son promovidas por los mismos funcionarios para cobrar un poco más. «Los pranes se cogen la plata y le dan una parte al jefe de ese cuerpo policial», acotó.
Narváez responsabilizó a la ministra Iris Varela de esta situación porque, y a su juicio, le entregó los centros penitenciarios y los centros policiales a los jefes de banda.
El activista también denunció que el retardo procesal es culpa de los funcionarios de seguridad que le dan largas a los respectivos procesos como «levantar el acta policial, realizar la experticia y enviarla al Ministerio Público (MP), pero ellos (los efectivos) no la mandan porque prefieren mantener al preso allí, cobrándole en dólares».
El abogado también denunció que funcionarios del Fuerza de Acciones Especiales (Faes) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), instalan alcabalas para «matraquear» a los conductores.
Advirtió que al «Faes y al Sebin nunca les ves el rostro», lo que facilita la extorsión. Narváez repudió que son «alcabalas sin autorización, que buscan revisar las carteras de las personas y revisar si tienen dólares y quitárselos para dejarlos ir».