Al finalizar CXXIII Asamblea Ordinaria Plenaria, los obispos de Venezuela dirigen, como de costumbre, un mensaje a los fieles católicos y al pueblo venezolano ante la situación social, política, económica, cultural y ética del país.
Aseguran que no se puede engañar diciendo que el país ha superado la crisis de los últimos tiempos, tampoco consideran que haya una normalidad.
«Ante la realidad que vivimos resulta engañoso afirmar que la crisis que ha sufrido nuestro país en los últimos tiempos se ha superado, que la situación se ha normalizado y que podemos avanzar hacia situaciones más promisorias utilizando las mismas estrategias y acciones usadas hasta ahora», reza la exhortación pastoral difundida este viernes.
Señalan que el deseo de vivir en paz y libertad es un deseo colectivo de la sociedad venezolana, sin embargo, considerar, que para avanzar hacia esa meta se debe resolver la crisis política que se generó el 28 de julio.
«Para nosotros, pastores, resulta evidente que uno de los mayores anhelos del pueblo venezolano es reconocernos como partícipes de un mismo destino, vivir en paz y libertad. Consideramos que esto no será posible mientras no se resuelva la crisis política que hoy vive nuestro país, debido a la falta de publicación detallada de los resultados y los eventos ocurridos después de las elecciones del pasado 28 de julio. Estos hechos siguen presentes en la conciencia colectiva del pueblo venezolano», añaden.
Llaman a prestar especial atención a la situación de pobreza que afrontan los venezolanos ante los bajos ingresos económicos, fallas en los servicios públicos e inseguridad jurídica.
Reiteran su compromiso de ayudar a través de su red de acción social a las comunidades en situación de vulnerabilidad.
Condiciones dignas y liberación de encarcelados; asistencia y apoyo a los migrantes, así como oportunidades a los jóvenes son otras de las peticiones que hacen en la exhortación.