El obispo auxiliar de Caracas, monseñor Carlos Márquez, expresó este martes su esperanza de que la canonización del beato venezolano José Gregorio Hernández, aprobada por el papa Francisco, sea una oportunidad para la construcción de una Venezuela unida y en paz.
«La canonización (…) debe ser un estímulo, diría yo, o una invitación, incluso una urgencia, para que los venezolanos, verdaderamente, nos pongamos de acuerdo para construir el país que el doctor José Gregorio Hernández se empeñó en construir, un país donde todos seamos hermanos, donde todos dialoguemos para conseguir el progreso y la paz», expresó a EFE el prelado.
Este martes, la noticia de la canonización del conocido como el ‘Médico de los pobres’ (1864-1919), quien será el primer santo venezolano, es un «motivo de gran alegría» para el país, según el obispo auxiliar de la capital, que lo considera como la «encarnación de la venezolanidad».
«Los venezolanos somos como el doctor José Gregorio Hernández, gente de bien, gente de paz, gente de amor, gente de trabajo, gente de progreso, gente de estudio, gente ordenada, y el doctor, (…) además, es un hombre de iglesia, un hombre de fe», aseguró monseñor Márquez.
Además, prosiguió el obispo, fue «un gran servidor» y un «hombre extraordinario» que, con «su vida ordinaria como médico, logró hacer visible el reino de Dios» entre los venezolanos.
En ese sentido, Márquez también espera que los ciudadanos, «inspirados por el ejemplo» del beato, hagan «de nuevo realidad» que su patria «sea llamada otra vez la sucursal del cielo», como, afirmó, fue considerada entre las décadas de los años 40 y 70 del siglo XX por los migrantes europeos que llegaron a Venezuela «huyendo de la violencia, de la guerra y de la muerte».
«Aquí consiguieron un pueblo que los recibió con los brazos abiertos, un pueblo que los quiso, que les dio oportunidades, y ellos entonces escribían a sus familias en Europa y les decían ‘hemos llegado a la sucursal del cielo’, y (…) no por (la montaña caraqueña) el Ávila hermoso, no por el mar Caribe extraordinario que tenemos, sino por su gente», añadió el sacerdote.
El decreto para la canonización del beato venezolano fue aprobado por el papa Francisco mientras se encuentra hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral, según informó el Vaticano.
La beatificación de Hernández, el 30 de abril de 2021, se produjo después de que Francisco reconociera el milagro concedido a la niña Yaxury Solórzano Ortega, quien recibió un disparo en la cabeza durante un asalto mientras se encontraba con su padre y a quien los médicos que la atendieron habían desahuciado.
El suceso ocurrió en marzo de 2017, cuando la pequeña tenía 10 años. Después de que los médicos que la atendieron dijeran a sus padres que la menor iba a fallecer, su madre rezó a José Gregorio para su curación, razón por la que, según la versión de sus familiares y avalada por el papa, se salvó.