El Domund, que se celebra este domingo 20 de octubre, es una oportunidad para ayudar a sostener comedores populares y refuerzo educativo, entre otras obras para la comunidad
El penúltimo domingo de octubre es un día especial para la Iglesia católica: un día de más oración y de recaudación de fondos para desarrollar proyectos en las zonas más depauperadas. Es el Domingo Mundial de las Misiones, el Domund, que este año se celebra este 20 de octubre.
El año pasado la colecta del Domund en Venezuela llegó a 170.546,69 dólares. La mayor parte de ese monto se obtuvo por la generosidad de arquidiócesis, diócesis, vicariatos, colegios y ofrendas particulares, tal como lo refleja la rendición de cuentas pública que hacen las Obras Misionales Pontificias (OMP). Como lo aclara Rubén Darío Rojas, responsable de comunicaciones de las OMP, todo el dinero se envía al Vaticano, y se entrega al país con base en proyectos. «No se da dinero a lo loco: se discute y se vota entre los directores de todos los países», puntualiza.
Con los recursos que logren acopiar este domingo 20 de octubre la Iglesia espera sostener al menos 40 proyectos, como comedores en sectores muy necesitados y programas de refuerzo educativo. Del periodo anterior hay más de 20 activos, precisa José Luis Andrades, asesor del centro de formación misionera de las OMP.
En Venezuela funcionan, formalmente, tres territorios misioneros (vicariatos apostólicos), explica Andrades: Amazonas, Caroní y bajo Delta del Orinoco. «Allí hay trabajo misionero abierto, pero misión es todo: alguien que esté en el 23 de Enero también es misionero, alguien que está en Antímano es misionero, y tienen que anunciar algo a la sociedad también».
El director nacional de las OMP, presbítero Ricardo Elías Guillén, recuerda que la colecta del Domund ayuda a sostener las iniciativas en 139 países. Los tres vicariatos apostólicos venezolanos también reciben subsidios del Fondo Universal de Solidaridad, que se alimenta de la colecta del Domund. «Venezuela recibe más de lo que aporta», destaca Andrades, porque las necesidades han aumentado.
La campaña «tiene un mensaje de animación misionera, porque esas son las Obras Misionales Pontificias: una red de animación y cooperación; un espacio de animación cuya meta es lograr que la mayor cantidad de parroquias, colegios y comunidades estén animadas», detalla Rojas. «Si nosotros entendemos nuestro papel como misioneros y la necesidad de apoyar a los misioneros porque sabemos lo que hacen», indica, entonces más fácil será el aporte económico. Automercados Gama ha apoyado este año, y también, las alcancías en los colegios. «Cuando tienes conciencia y estás animado, vas a aportar lo que tengas, porque siempre hay algo que se puede dar».
Para Rojas es importantísimo «despertar, en todos, el deseo de cooperar». La gente aporta dinero, suma sus oraciones y, también, tiempo. En Venezuela, recuerda Andrades, también funciona el programa de relevo misionero, que consiste en el envío de personas de cualquier oficio u profesión, por un tiempo determinado, a las zonas de misión. Actualmente hay unos 16 laicos de distintas congregaciones, y cuatro destacados en el plan del relevo: dos están en el bajo Delta del Orinoco, y dos, en Las Claritas (zona minera). «Están trabajando en refuerzo escolar, mejora de la calidad educativa, prevención en salud, acompañamiento a los niños y programas de alimentación». Han sido enviados, en otros momentos, a países africanos: «Tuvimos una misión de venezolanos en Mozambique».