El jabillo que se cayó en la avenida Libertador presumiblemente estaba mal podado, señaló
El ecologista Antonio de Lisio apuntó que los árboles pueden caerse porque no soportan la cantidad del agua o sus raíces no los sostienen bien. Puede suceder con el jabillo y con otras especies, como el pilón, puntualizó.
Sobre el árbol caído en la avenida Libertador, aclaró que el jabillo es un árbol de ramas quebradizas y que no puede enraizarse bien. «Me dicen que el árbol estaba podado» pero «sin equilibrios laterales».
De Lisio apuntó que para que un árbol se caiga se necesitan vientos de 40 o 60 kilómetros.
En entrevista con Unión Radio, indicó que los municipios deben evaluar el estado de sus árboles, y estudiar sus ramas, la cercanía con casas y avenidas. Hay criterios que los municipios deben aplicar, recomendó. «Las podas tienen que ser bien hechas, ladeadas, para que pueda crecer, y no puedes desbalancear el árbol».
Recomendó evitar árboles monumentales en las ciudades, y privilegiar árboles de 5 a 7 metros porque la ciudad tiene mucho asfalto y no ofrece las mejores condiciones.
Instó a no talar ningún árbol y reiteró que los arboles pueden ser trasladados hacia las cercanías del Ávila, en el norte, hacia las áreas verdes de El Hatillo. «Hay sitios donde trasplantar el árbol», insistió. «Es una vida que hay que salvar».






