Con esta nueva visión, el presidente electo abre una etapa esperanzadora en el manejo de dos asuntos cruciales para la estabilidad de Colombia: la paz con el ELN y las relaciones con Venezuela.
Las relaciones con Venezuela y la búsqueda de la paz con apoyo internacional ocupan un lugar prioritario en la agenda del presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, que desde antes de asumir ha conseguido los primeros avances en ambos propósitos.
Petro, que será investido como el primer presidente de izquierda en Colombia el próximo 7 de agosto, ha hecho una apuesta por restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela que fueron rotas el 23 de febrero de 2019 por el presidente de ese país, Nicolás Maduro, así como por retomar las negociaciones de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) suspendidas desde mediados de 2018.
Este viernes, en una reunión que tuvo con embajadores de América Latina y del Caribe en la residencia del embajador de Chile en Colombia, Ricardo Hernández, el presidente electo trató esas prioridades.
«Indudablemente el tema de la paz de Colombia es un tema neurálgico para todo el continente y apunta hacia problemas complejos como el narcotráfico que también se ha vuelto un problema multinacional con una gran descarga de violencia en el continente», manifestó Petro a periodistas tras ese encuentro.
Y sobre la reapertura de la frontera con Venezuela y el restablecimiento de relaciones, afirmó que espera «una reactivación económica en la zona» y que «ojalá las cooperativas, las personas dedicadas a la producción, independientemente de su poder económico, se alisten para reactivar unos intercambios que nunca debieron ser suspendidos», reseñó EFE