En lo que va de año atravesaron la peligrosa selva del Darién más de 208.000 migrantes, la mayoría venezolanos y ecuatorianos que buscan llegar a Estados Unidos o Canadá en busca de mejores condiciones de vida
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dijo este jueves que unas elecciones «bien conducidas» en Venezuela posiblemente reduzcan el flujo migratorio por la selva del Darién, la frontera con Colombia usada a diario por transeúntes, la mayoría venezolanos, para llegar hasta Norteamérica.
«Venezuela tiene el 66 % de las nacionales de tránsito (por el Darién). Eso es prácticamente Venezuela entera caminando por ahí (la selva) todos los días. Si las elecciones en ese país se conducen bien, se respeta la voluntad popular y gane el que gane, estoy seguro de que ese número (del paso de migrantes) va a bajar«, declaró el nuevo presidente panameño en su primera rueda de prensa semanal.
Y agregó que unas «elecciones bien conducidas va a traer una disminución de sanciones de Estados Unidos y de otros organismos y países», lo que daría «paz a los venezolanos para decir ‘esto va cambiar, vamos a quedarnos aquí, en vez de arriesgar nuestra vida por ese infierno que es el Darién a pie'».
Venezuela celebrará elecciones el próximo 28 de julio, en las que participarán diez candidatos, entre ellos el presidente Nicolás Maduro, quien busca su reelección, y el principal líder de la oposición y de las encuestas tradicionales, Edmundo González Urrutia, en sustitución de la inhabilitada María Corina Machado.
En lo que va de año atravesaron la peligrosa selva del Darién más de 208.000 migrantes, la mayoría venezolanos y ecuatorianos que buscan llegar a Estados Unidos o Canadá en busca de mejores condiciones de vida, mientras que en todo 2023 fueron más de 520.000, una cifra inédita, según datos oficiales de Panamá.
La selva del Darién, de 575.000 hectáreas, es un parque nacional y el único punto donde se corta la carretera Panamericana, que conecta a todo el continente.
Los migrantes relatan que pagan para cruzar la selva con «coyotes» en grupos, que los «abandonan» en algún punto y que luego suelen ser víctimas en la parte panameña de robos violentos y agresiones sexuales. Panamá señala que es el Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia, quien los cruza y se lucra de ello.