El Parlamento neerlandés expresó su preocupación por la seguridad de Aruba, Bonaire y Curazao ante la escalada de las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, cuyos efectos podrían alcanzar a estas islas caribeñas del Reino de los Países Bajos, situadas a pocos kilómetros de la costa venezolana.
Durante un debate parlamentario, varios diputados alertaron del riesgo de que el conflicto se extienda a la región y sobre todo al territorio neerlandés en el Caribe, a lo que popularmente se conoce como las islas ABC (Aruba, Bonaire, Curazao).
“No es un asunto lejano, es la puerta de entrada a nuestro Reino”, advirtió el parlamentario del partido agrícola BBB, Henk Vermeer, que reflejó la inquietud general en la Cámara por la violencia de las operaciones estadounidenses, la inestabilidad en el Caribe y la posibilidad de una escalada en la región.
El ministro neerlandés interino de Exteriores, David van Weel, insistió en que no existe un peligro inmediato para las islas, pero subrayó que el Gobierno sigue “muy de cerca” la situación y mantiene contactos permanentes con las autoridades locales y consultas con países vecinos sobre cómo responder de forma coordinada si la tensión aumenta.
Como medida preventiva, el buque de la marina neerlandesa Zr.Ms. Den Helder ha sido desplazado hacia el Caribe para reforzar la capacidad logística de Países Bajos en la zona, y Van Weel pidió calma, pero aseguró estar disponible “día y noche” para las autoridades insulares si fuera necesario.






