«Aquí hay un pueblo panameño que vivió casi que calcado lo que ellos (los venezolanos) están viviendo. Casi que calcada es la foto de lo que vivimos aquí en 1989 ante el fracaso de la OEA también y que movió después a otras cosas, porque la Carta Democrática surge a la vida producto del fracaso en Panamá de la OEA», afirmó José Raúl Mulino
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dijo este jueves que los venezolanos viven ahora la misma situación que sufrió Panamá en el 1989, cuando el entonces dictador Manuel Antonio Noriega desconoció unas elecciones y la Organización de Estados Americanos (OEA) fracasó en su intento de facilitar una solución a la crisis.
Venezuela vive una nueva crisis tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, las denuncias de fraude por parte de la oposición, y ante la proclamación de Nicolás Maduro como presidente reelecto, por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), sin que hasta el momento se hayan presentado las actas electorales que lo avalen.
Al mismo tiempo, la oposición asegura que su líder, Edmundo González Urrutia, ganó ampliamente las elecciones y lo argumenta con actas de testigos de mesa que publicó en línea poco después de los comicios.
Panamá vivió una dictadura entre 1968 y 1989, este último año cuando en mayo se celebraron elecciones generales que fueron anuladas, antes de que finalizara el conteo de los votos, por Noriega (1934-2017), quien fue capturado por las fuerzas militares de Estados Unidos durante la invasión al país centroamericano en diciembre de 1989, debido a acusaciones de narcotráfico.
A esos comicios de mayo de 1989 se presentaron Guillermo Endara, como candidato de la Alianza Democrática de Oposición Civilista, y Carlos Duque, como aspirante del Partido Revolucionario Democrático (PRD), brazo político del régimen militar.
«Aquí hay un pueblo panameño que vivió casi que calcado lo que ellos (los venezolanos) están viviendo. Casi que calcada es la foto de lo que vivimos aquí en 1989 ante el fracaso de la OEA también y que movió después a otras cosas, porque la Carta Democrática surge a la vida producto del fracaso en Panamá de la OEA», afirmó Mulino durante su comparecencia semanal ante la prensa.
Venezuela «tiene partes en conflicto, por supuesto: un Gobierno y un país que votó (…) los que vivieron la negociación de la OEA en Panamá, igualito», sostuvo Mulino, quien entonces era un activista de la oposición a la dictadura, fundada por el caudillo Omar Torrijos (1929-1981).
El jefe de Estado panameño relató que la OEA «planteaba a través de sus negociadores que en el año 1989 después de la elección de mayo de Panamá se abocara a una segunda elección. ¿Para qué? Era la postura de Guillermo Endara (…) ¿Para que se la vuelva a robar?».
«Eso es algo que va a pasar en Venezuela si vuelve a haber una segunda elección. A lo mejor el paquetazo está mejor planeado, pero de que se la vuelven a robar se la vuelven a robar, no tengo la menor duda de eso».
La transición en Venezuela
«En Venezuela hay, creo, ya una transición en marcha, quizá no se quiera reconocer (…) yo no siento que hay vuelta para atrás», expresó el mandatario panameño.
Y añadió: «¿qué sería la vuelta para atrás: sentarse sobre Venezuela y volver a Venezuela otra Cuba? No hace ningún sentido, no al menos para la comunidad democrática de América Latina».
Ante el complicado escenario venezolano, Mulino recomendó calma y templanza a los líderes de la oposición.
«No se le puede imprimir más velocidad que la que los hechos políticos produzcan (…) calma, no se desesperen (…) de ahora en adelante viene un trabajo de alta política», añadió el presidente de Panamá, que expresó su apoyo a la mediación que lideran Brasil, México y Colombia para intentar destrabar la crisis venezolana.
«Reconozco el esfuerzo que están haciendo (México, Brasil y Colombia). Obviamente, si yo me voy a meter a tratar de componer tengo que tener una posición un poco más recatada en cuanto a qué decir, qué hacer y cómo votar. Yo lo entiendo perfectamente», dijo Mulino.
El mandatario expresó su confianza en que esos tres Gobiernos «no quieren otro futuro para Venezuela que enrumbar el país democráticamente y normalizar la vida en la región, que está enredada y vuelta un desastre».