El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un “bloqueo militar total y completo” de petroleros en el Caribe, medida que según funcionarios de su administración busca reclamar activos expropiados a empresas estadounidenses durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
En un mensaje publicado en Truth Social, Trump aseguró que “Venezuela está completamente rodeada por la mayor Armada jamás reunida en la historia de Sudamérica” y advirtió que la operación se mantendrá “hasta que devuelvan a Estados Unidos todo el petróleo, tierras y otros activos que nos robaron anteriormente”.
El despliegue naval comenzó en agosto con el argumento de combatir el narcotráfico, pero cuatro meses después el mandatario vinculó la acción con bienes “robados” por Venezuela, una acusación que se remonta a las nacionalizaciones impulsadas por Chávez desde 2007.
El exministro de comunicaciones chavista y hoy crítico del régimen, Andrés Izarra, señaló en X que “el bloqueo naval actual es el cobro armado de una factura que los tribunales ya cerraron hace años”, en referencia a las reclamaciones de empresas estadounidenses excluidas del negocio petrolero venezolano.
El subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, también acusó al gobierno venezolano de haber cometido “el mayor robo registrado de riqueza y propiedades estadounidenses”, asegurando que esos activos fueron utilizados para financiar terrorismo y narcotráfico.
Trump anunció además la designación del régimen de Maduro como organización terrorista extranjera, alegando que utiliza campos petrolíferos “robados” para financiarse y patrocinar la trata de personas.
Desde Caracas, el gobierno venezolano rechazó la medida y reafirmó su soberanía sobre los recursos naturales, calificando la acción como una “grotesca amenaza”.
El economista Francisco Monaldi, experto en energía, declaró a CNN que el anuncio representa “una extensión muy agresiva” de la reciente incautación de un petrolero cargado con crudo venezolano y advirtió que un bloqueo podría ser “devastador” para la economía del país.
A partir de 2007, Chávez popularizó la frase “¡Exprópiese!” al anunciar la nacionalización de cientos de empresas extranjeras y locales en sectores estratégicos como energía, petróleo, gas, alimentación y banca. Se estima que más de 5.000 compañías fueron afectadas, entre ellas ConocoPhillips, Exxon Mobil, Cargill, Williams Companies, Owens-Illinois, Halliburton y General Motors.






