Sandra Hernández, esposa de un sargento mayor, preso por participar en el alzamiento de Cotiza, no reveló el cargo o nombre del oficial fallecido
Este jueves las esposas, madres y familiares de algunos militares presos por causas políticas aseguraron que aparte de la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo, hay otro miembro de la Fuerza Armada que habría muerto por tortura durante su detención.
Sandra Hernández, la esposa del Sargento Mayor, Luis Bandres Figuero, quien participó en el alzamiento militar ocurrido el 21 de enero en 2019, en un destacamento de la Guardia Nacional en Cotiza, aseguró a los medios de comunicación que la presunta muerte ocurrió en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), en Boleita.

“Es muy triste que eso haya ocurrido. La muerte de un militar bajo tortura”, dijo a la prensa. Al ser interrogada si se refería al caso de Acosta a Arévalo, aseguró que no era el caso del capitán, sino otro.
La vocera no quiso revelar el nombre, cargo o fuerza a la que pertenecía el funcionario. “Yo no lo representó, por eso no digo más”, sentenció.
Así mismo, denunció que su esposo ha sido torturado de distintas maneras desde su detención en enero.

«Lo golpeaban hasta desmayarse, luego lo mojaban y electrocutaban para que volviera a reaccionar y seguir golpeándolo (…) Le arrancaron piel de la mano», aseveró.
Hernández, resaltó que se han reunido con distintas organizaciones para la defensa Derechos Humanos, como la ONU, CIDH y miembros del equipo de la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet.
Por otro lado, está el caso de Gloria Calderón, madre de Luis Lugo Calderón, militar detenido en Ramo Verde, quien afirmó que su hijo ya cumplió su condena aunque se encuentra todavía detenido luego de que se le diera una medida cautelar en 2018, pero a las horas de haber sido sentenciada la medida fue traslado la DGCIM.

«Estuvo desaparecido por un mes y dos días, cuando lo vimos parecía un cádaver ambulante», contó.
Luego de eso fue trasladado nuevamente en Ramo Verde, donde continúa preso, pese a que cumplió su condena completa en noviembre del año pasado.
«Continúa secuestrado en la cárcel de Ramo Verde. «Me cansé de ir a la Corte Marcial, donde no me dan respuesta», finalizó.