Informe de victimización de la vejez presentado por la ONG Convite, reveló que en algunos de los casos, el perpetrador suele ser familiar directo o conocido
Las muertes violentas son consideradas un problema de salud pública , así lo confirma la Organización Mundial de la Salud y desde Convite notan con preocupación el incremento en las incidencias de los hechos registrados en el país este año.
En años anteriores, la población de adultos mayores no era de preferencia para los grupos hamponiles, y en menos de cinco años los homicidios reflejan las faltas de políticas del Estado, dirigidos a la protección de este grupo, ahora más vulnerable.
El informe más reciente de Convite -presentado este viernes- ,y que abarca los meses enero a junio de este año-, reveló que los móviles son principalmente el robo y los ajustes de cuentas a manos de delincuentes.
«Personas que fueron asesinadas solo por creer que tienen vínculos con cuerpos de seguridad de zonas en las que imperan organizaciones criminales», refirió Francelia Ruiz, directora de proyecto de Convite.
Datos Convite
Ruiz indicó que los resultados del informe de victimización de la vejez fueron obtenidos a través de un monitoreo periodístico en medios digitales locales (Distrito Capital) y regionales, por lo cual, las cifras representan un sub registro, debido a la inaccesibilidad a cifras reales documentadas por los organismos de seguridad encargados de levantar las datas sobre criminalidad en el país.
«En seis meses documentados 102 muertes violentas de ancianos en el país, reseñadas en 74 medios de información masiva».
En trece de los casos, los medios reseñaron que los ancianos murieron en la vía pública tras ser arrollados.
«En otros veinte casos, el agresor hizo uso del arma blanca; 21 ancianos murieron en accidentes domésticos y laborales; 14 murieron a golpes en hechos donde las víctimas fueron obligadas a entregar sus pertenencias en medio de un robo; en otros cinco casos se hizo uso del arma de fuego; seis por asfixia mecánica y otras personas mayores que no recibieron atención oportuna en centros asistenciales, mientras que otro grupo murió en medio de una cola para surtir gasolina o en la calle», explicó Ruiz.
Otro dato que aporta el informe de victimización de la vejez, es que el 66% de los casos recabados, eran hombres y 34% mujeres. El 60% eran personas de 60 a 70 años, y 26% mayores de 71 años de edad.
Distrito Capital ocupó el primer lugar de las entidades, con el mayor número de casos registrados, y que fueron representados por Convite en 26%, seguido de los estados Aragua, Lara, Guárico y Miranda.
En cuanto a los agresores, el informe Convite indica que en ocasiones suele ser un familiar directo: nieto, hijo, o personas conocidas de su entorno, mientras que la población más vulnerable, sigue siendo aquella que quedó sin parientes, «es decir, hijos que migraron y por ende estas personas quedaron solas. Por lo que también son casos de víctimas a raíz de la crisis humanitaria compleja presente desde hace cuatro años», sostuvo Ruiz.
A juicio de Ruiz, «el Estado los ha obligado a envejecer en las peores condiciones».






