Maestras y maestros han recurrido a su creatividad para animar las protestas que realizan por un salario que les permita vivir. Este lunes 30 de enero protagonizaron una jornada nacional de protesta que, en el caso de Caracas, se concentró en Plaza Venezuela. Con pancartas caseras, carteles y pitos ratificaron su exigencia al Ministerio de Educación: sueldo igual al costo de la canasta básica (unos mil dólares) o igual al costo de la canasta alimentaria (cerca de 500 dólares).
La profesora Islenis Pulido se terció en el pecho una banda de miss. Pero no las de las mises convencionales, sino de «mis derechos».
«Estamos con la bandera de la defensa de los derechos humanos, que el gobierno los viola todos los días», enfatizó Pulido.
Con hambre y miseria no hay educación, subrayó Pulido, minutos antes de unirse a la marcha que llegó hasta el centro de Caracas.
El magisterio pasó buena parte del año 2022 en manifestaciones para exigir la firma del nuevo contrato colectivo. Y comenzó 2023 en la misma circunstancia.