«Para vivir hago uñas, vendo tortas, vendo helados, vendo cigarros, vendo café, vendo de todo. No es justo», subrayó la maestra Lilia Troconis. El presidente del Sinvema en el Distrito Capital, Edgar Machado, reiteró que la ministra de Educación le dio la patada a la mesa de discusión del contrato colectivo
«¿La ministra cuánto gana? Se llevó todos los millones?», acusó la maestra Lilia Troconis a pocos metros de la entrada del Ministerio de Educación. Se refería a la ministra de Educación, Yelitze Santaella. «Yo quiero tener su sueldo», afirmó Troconis, una de las docentes que marchó este miércoles en el centro de Caracas para exigir mejores salarios.
«La que dio la patada a la mesa fue la ministra de Educación; se paró de la mesa», aseguró el profesor Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros en el Distrito Capital. «No nos van a decir que no hay dinero con todo lo que ha pasado esta semana».
El salario es de dos, tres y cinco dólares, se quejaron varias maestras que se sumaron a la manifestación.
La situación de los maestros ha llegado al punto de que los docentes «pagamos para ir a trabajar, tenemos que pagar para atender a los niños», condenó María Fernanda Urquía. La maestra -cuenta que lo es desde hace 18 años y que se ha dedicado a los estudiantes de primaria- calculó que tiene que pagar entre 20 y 40 dólares para llegar a la escuela y alimentarse. «Los maestros hemos tenido que recurrir a vender cositas y seguir dando educación en este país».
-¿Qué vende?
-Yo no vendo. Sigo trabajando en la educación privada- respondió.
-Tortas. Vendemos tortas- replicaron otras educadoras.
-¿Está arrepentida de ser maestra?
-Jamáaaaaaaaaaaa. Jamás. Si vuelvo a nacer, volveré a ser maestra- subrayó Urquía.
-Los docentes en Venezuela estamos en extinción, porque la ministra y el gobierno no nos dan un salario digno, no tenemos las condiciones en ningún colegio para trabajar, porque los útiles y lo que utilizan los niños salen de nuestros bolsillos y de los representantes que nos acompañan- agregó Lilia Troconis.
-¿Cuándo se agravó la situación?
-Desde 2018, y ya el salario no nos da. Con 200 bolívares nadie vive.
-¿Cuánto gana usted?
-200 bolívares. Para vivir hago uñas, vendo tortas, vendo helados, vendo cigarros, vendo café, vendo de todo. No es justo, porque estudié y sigo estudiando educación- explicó esta maestra de educación inicial.
«Queremos un salario justo, digno», reiteró Ángel Dueño, un maestro que se trasladó desde Guanarito hasta Caracas para exigir que los escuchen. «Tengo 15 dólares de salario quincenal para vivir 15 días. Con eso compro un kilo de carne y un kilo de queso; más nada».
Un sueldo justo debería ser de no menos de 400 dólares, resaltó.
La discusión del contrato colectivo «está paralizada, la ministra de Educación no se ha reunido con los sindicatos», aclaró René Zapata, directivo del Sindicato Venezolano de Maestros en Miranda. «Ha mandado unos emisorios, ha pasado año y medio, ya este niño camina y el salario cada día es un salario de hambre».
Es insólito que un docente gane cinco dólares, lamentó, y por eso «vamos a seguir en la calle».