Los gremios y sindicatos tuvieron que cambiar los sitios de protesta porque el PSUV convocó varias concentraciones para acompañar la presentación de la memoria del mandatario Nicolás Maduro. Durante la marcha de protesta, Yulaima Rodríguez mostró en carne propia la tragedia de los docentes: su zapato derecho se terminó de romper
El zapato despegado con el que la maestra Yulaima Rodríguez marchó este 15 de enero desde Plaza Venezuela se terminó de despegar sobre el asfalto y mientras declaraba a contrapunto.com. Pese a ello, siguió protestando con un marcador en su mano derecha.
«Estamos solicitando a la ministra de Educación los emolumentos laborales que nos deben: 80% de retroactividad, cláusulas contractuales que tienen que ver con salud, cláusulas contractuales que tienen que ver con los hijos de los maestros. Eso es lo que estamos requiriendo en este momento: cláusulas contractuales. Justicia. Salud y educación para nuestros estudiantes, que no tienen comedores. Nuestros estudiantes están pasando hambre. No tienen zapatos. Miren a los maestros cómo están», se desahogó, mientras se terminaba de despegar la suela de su zapato derecho.
«Abran los ojos, están matando a la educación. Eso no es posible, señores, que no tengamos zapatos, ni ropa, ni dientes. No es justo», exclamó Rodríguez.
-¿Dónde trabaja?
-Unidad Educativa Nacional Benito Juárez, Caricuao.
-¿Cuánto es su sueldo?
-¿Eso es un chiste? Trescientos bolívares mensuales.
-¿Con eso se puede vivir?
-No.
Sindicatos, gremios y organizaciones del magisterio y de otros sectores habían convocado varias protestas en el centro de Caracas por conmemorarse, este 15 de enero, el Día del Maestros. Pero el pasado sábado, el PSUV anunció movilizaciones en el mismo lugar para acompañar la presentación de la memoria del mandatario Nicolás Maduro. Los dirigentes cambiaron el sitio de encuentro: varios acudieron a la plaza Morelos, y otros se reunieron en Plaza Venezuela para marchar hasta la Morelos.
Antes de las 10 de la mañana ya había trabajadoras y trabajadores en Plaza Venezuela que gritaban «no estamos desfilando, estamos protestando» y exigían «salario digno ya».
Ofelia Migliaccio, maestra de primaria, decidió protestar para recordar a los que han quedado en el camino. «No han dejado de luchar», aseveró, «con zapatos rotos, con hambre, con sed y aún así llevamos desde 2019 en estas luchas». Hizo un llamado a las federaciones y sindicatos, «porque ellos pretenden que sigamos en la misma tónica en la que estamos desde 2019». Se han hecho asambleas, protestas, paros, horario mosaico y no se ha logrado nada, enfatizó.
Como profesora jubilada de la Gobernación de Miranda, Josefina Guerra culpó al gobierno de arrebatarles «todos los beneficios y derechos adquiridos». El salario quincenal «gracias a la Onapre, que no existe, pero funciona, quedó en 250 bolívares quincenales. Mi sueldo, lo que recibo de él, son cenizas; después de la Onapre ya no tengo un salario mínimo».
La docente Thairy Terán decidió autoconvocarse «para exigir al gobierno nacional que nos restituya nuestros derechos, nuestras reivindicaciones salariales contempladas en la Constitución y en nuestras contrataciones colectivas». Interpeló a las federaciones magisteriales: «Ya basta que estén a merced del patrono, el gobierno. ¿Cuándo van a mirar al magisterio, a la base magisterial, que está esperando por ellos?».
Maestros y trabajadores, con pancartas y banderas, tomaron la avenida y salieron en marcha hacia la plaza Morelos, a unirse a la protesta en la plaza Morelos. Hacia el centro caraqueño el oficialismo se preparaba para escuchar el mensaje del mandatario nacional.