La Federacion Nacional de Sociedades de Padres y Representantes ha propuesto antes las instancias competentes que se implemente una “política de manera agresiva” en materia de alimentación escolar, puesto que “es el primer estímulo para que el niño vaya a la escuela, esto dada la crisis económica que padece el país
El inicio del año escolar 2024-2025 ya fue anunciado por el nuevo ministro de Educación venezolano, Héctor Rodríguez. El mismo arrancará el lunes 30 de septiembre y ya los padres y representantes comenzaron con el corre corre para la compra de los útiles escolares, pero a esto se le suma un nuevo motivo para comenzar a preocuparse por la estadía de su representado en el recinto educativo: el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Este programa, que en los últimos años ha recibido duras críticas, comenzará el nuevo año escolar en las mismas condiciones con las que terminó el período pasado. Precario, sin variedad, sin cantidad, sin calidad, falto de valor proteico, exceso de carbohidratos, de granos, nada de vegetales y eventualmente proteínas que se reducen a pollos o sardinas.
Además, falto de condiciones para que los planteles preparen sus propios alimentos, cumplan con las respectivas normas de higiene y la ausencia de personal capacitado y preparado para la manipulación de comida, así lo indicó la presidenta de la Federacion Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres), Nancy Hernández, en entrevista concedida a Contrapunto.
“Por lo tanto no podemos hablar de un Programa de Alimentación Escolar que cumpla con los requerimientos establecidos , no solamente en los planos internacionales, sino por el Instituto Nacional de Higiene, sobre el granaje, la variedad, la cantidad de acuerdo a la talla y peso de los estudiantes del sistema de educación en Venezuela”, expresó.
Hernández subrayó que para el inicio del segundo lapso del período escolar 2023-2024 (mes de enero) se vio una “tendencia clara” de lo que sería el PAE para esos meses de clases y el cual podría seguir en este nuevo año escolar.
“Se vio una tendencia clara de la deficiencia que presentaba el Programa de Alimentación Escolar”, manifestó la activista al tiempo que detalló que apenas el 56% del total de los estudiantes que debían beneficiarse del programa alimenticio, percibió el PAE y, de esa cifra, solo el 16% recibió sus alimentos diariamente, 15% algunos días, 8% pasaron semanas sin el programa alimenticio y el 3,4%, meses.
A los planteles no los dotan de condimentos ni vegetales
Pero esto no es todo, Hernández afirmó que el paquete de alimenticio que recibieron los planteles educativos carecían de condimentos y vegetales para la preparación de las comidas lo que obligaba a los padres y representantes que llevaran complementos alimenticios para que lo que se preparaba en las instituciones, no quedase desabrido.
A juicio de la presidenta de Fenasopadres, esto viola el derecho a la educación, puesto que, sostiene, está asociado al derecho a la alimentación y al no cumplirse a cabalidad el primero de estos, el segundo también se encuentra violentado.
“Dentro del paquete de alimentos que le dotan a los planteles no están ni condimentos ni vegetales, por lo tanto el mandato constitucional de una educación gratuita, obligatoria y para todos que establece la Constitución tampoco se cumple porque el derecho a la alimentación es un derecho asociado al derecho a la educación y si la familia tiene que comprar, además de útiles y artículos de limpieza, se suma a eso que también tiene que llevar complementos alimenticios para garantizar lo que consume los estudiantes y para que estén más o menos preparados y no sean alimentos desabridos”, enfatizó.
Iniciativas para el PAE desde Fenasopadres
La Federacion Nacional de Sociedades de Padres y Representantes siempre ha denunciado las irregularidades que existen en el PAE y, ante esto, ha propuesto antes las instancias competentes que se implemente una “política de manera agresiva” en materia de alimentación escolar, puesto que “es el primer estímulo para que el niño vaya a la escuela, esto dada la crisis económica que padece el país.
Esta política, añadió Hernández, no puede reducirse a solo una merienda o a la entrega de una bolsa semanal a los familiares de los estudiantes para que preparen los alimentos, sino a que exista condiciones e infraestructura en las escuelas para la preparación de los alimentos, comedores, cocinas, que se garanticen cadenas de fríos para que no se dañen las comidas y, además, personal capacitado y certificado en manipulación de alimentos.
En este contexto, Fenasopadres sostiene que el Programa de Alimentación Escolar es parte del proceso educativo de cualquier estudiante por lo que este debería enseñar al niño y adolescente a tener hábitos de alimentación e higiene y el beneficio en su desarrollo físico, corporal y emocional.
Y por otra parte, aboga para que este espacio en donde se ingieran los alimentos sea fuera del aula de clases. “eso le permite descansar de la carga académica, cambiar de ambiente y regresar a sus actividades. Entonces esto debe darse dentro del instituto escolar, pero fuera de aula de clases”, sentenció.