La Cámara Venezolana del Libro reportó una disminución de entre 20 % y 30 % en las ventas de textos escolares durante el inicio del año escolar 2025-2026, según declaraciones de su vicepresidente, Julio Mazparrote. El gremio atribuye esta caída a la piratería de contenidos y a las dificultades económicas que enfrentan las familias venezolanas.
Mazparrote explicó en entrevista con el programa 2+2 de Unión Radio que la piratería ha estado presente desde hace varios años en el mercado de textos escolares, afectando especialmente a las editoriales con mayor volumen de ventas. Algunas de estas empresas han desplegado operativos junto a la Fiscalía para frenar la reproducción ilegal de sus materiales.
“Hay editoriales que se han visto muy afectadas. Las que tienen mayores ventas son las que han desplegado operativos junto a la Fiscalía para detener ciertos focos de piratería”, señaló Mazparrote. Además, indicó que ninguna de las editoriales consultadas logró alcanzar sus metas de venta para este año escolar.
El regreso a clases en septiembre, convocado por el Ministerio de Educación, no logró revertir la tendencia a la baja en el sector editorial. A esto se suma el impacto del tipo de cambio y la pérdida del poder adquisitivo, que han limitado la capacidad de compra de libros por parte de los hogares venezolanos.
La piratería no solo afecta al sector educativo, sino también a otras categorías editoriales, como literatura general, técnica y profesional. Mazparrote advirtió que el fenómeno se ha extendido a nivel nacional, comprometiendo la sostenibilidad de las casas editoras y la calidad del contenido disponible para los estudiantes.
En años anteriores, el gremio ha solicitado mayor fiscalización y campañas de concientización para frenar la reproducción ilegal de libros, especialmente en zonas comerciales donde se venden copias no autorizadas. Sin embargo, el problema persiste, agravado por la informalidad y la falta de recursos para imprimir y distribuir materiales originales.






