Este lunes 6 de marzo se concentraron en la plaza Candelaria, a los pies de la estatua de Rafael Urdaneta
Un ataúd negro con algunos billetes pegados simbolizó, este lunes 6 de marzo, el primer año de «la muerte» del salario mínimo. En la plaza Candelaria, a los pies de la estatua de Rafael Urdaneta, se juntaron trabajadoras y trabajadores del sector público para protestar por la falta de respuesta del Ejecutivo y ratificar que seguirán manifestando.
Eduardo Sánchez, presidente del Sindicato de Trabajadores de la UCV (Sinatra-UCV), criticó el decreto 2792 del año 2018 y el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) «con el que están robándole el salario a los trabajadores». Ya se cumple un año de muerte del salario «porque el salario murió», enfatizó Sánchez.
Este gobierno «es indolente, definitivamente, y no es gobierno: es una dictadura y no le importa que la gente se muera de hambre. Con cinco dólares no come la gente, los viejitos; no todo el mundo tiene nietos o sobrinos que le manden dinero del exterior», acusó Georatsy Urbano, integrante de la Coalición Sindical Nacional.
Urbano afirmó que lo único que hará cambiar de criterio al gobierno es la protesta: «Necesitamos un diálogo, pero un diálogo real» con las bases de los trabajadores. En el diálogo «no está la verdadera base de los sindicatos, del pueblo». En su opinión ya hay condiciones para un paro: «Es lo que estamos construyendo. Pero la gente tiene que resolver».
En un año de protestas permanentes «tenemos muchos avances, porque hemos logrado despertar la conciencia de la gente» con protestas simultáneas a escala nacional, explicó Sánchez. «El sector de maestros está reaccionando duro. Más de 70% protesta, sin ninguna estructura organizativa».
Condenó que el gobierno espere reunir los contratos colectivos en solo cuatro o cinco.
La Onapre no se salva del reclamo de los empleados públicos.
Trabajadores de la alcaldía de Caracas también estuvieron presentes. Olivier Maneiro, secretario de organización del sindicato Sogia, criticó la situación: «Se están muriendo de mengua los jubilados y los activos con el salario pírrico. Hoy tenemos un salario de 1.300 bolívares al mes; eso no llega a nada». Maneiro señaló que está pendiente la discusión del contrato colectivo. «Ya esto llegó al límite. Nos tienen engañados: que este mes, que este mes. Mentira. Lo que quieren aumentar es el bono de guerra. ¿Para qué?».
Hay dinero para construir estadios pero no para el salario, gritaron los trabajadores.
Diálogo y cambio político es lo que puede mejorar la situación de los trabajadores, aseguró Georatsy Urbano, de la Coalición Sindical Nacional.