Está encarcelada en el INOF. «Tiene una boleta de excarcelación desde el 27 de abril del presente año» que no se ha hecho efectiva
La liberación de la trabajadora de Pdvsa Johana González fue solicitada por activistas y organizaciones de derechos humanos como parte de la campaña Navidad sin trabajadores presos.
Ella «tiene una boleta de excarcelación desde el 27 de abril del presente año, dictada por el juez que llevaba su caso. Fue acusada sin pruebas de participar en el desvío de una turbina, siendo que su cargo (subalterno) no tiene competencias para determinar la ruta de estos bienes. Pasó más de un año para que Johana tuviera su boleta de excarcelación, y desde hace meses debe estar en libertad por orden de un juez. Orden que debe ser acatada inmediatamente por la directiva del centro penitenciario, de lo contrario, su detención arbitraria constituye un secuestro», explican los defensores de derechos humanos,
Johana «lleva dos años presa, y su único delito es ser pobre. Lleva dos años sin ver a su esposo, a su hijo mayor de 15 años y a su hijo menor de 5 años. Se encuentra en condiciones deplorables en el INOF: comiendo arroz con frijol, cuando se daña la bomba recibe un solo tobo de agua a la semana para todas sus necesidades fisiológicas y de aseo, no hay electricidad en su celda, razón por la que pasa todas las noches en la oscuridad y en hacinamiento, entre otras complicaciones».
Quienes aparecen en la foto son el papá y la mamá de la joven. «La madre de Johana tiene una enfermedad en los huesos llamada osteopenia; el hijo menor de Johana requiere de comida adecuada y tratamiento porque no asimila ni el calcio, ni el hierro; y a lo largo de estos dos años estas afecciones se han complicado».