Embajadores y equipo consular del Estado venezolano, siguen indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos venezolanos.
El ex parlamentario abogado y defensor por los derechos civiles Rafael Narváez condenó la conducta de desprecio y falta de humanidad por parte del Estado en la tragedia ocurrida en Texas donde perdieron la vida 8 venezolanos olvidando que es el primer responsable del desplazamiento forzado de 7 millones de hermanos venezolanos que abandonaron el país por falta de empleo, seguridad social y lo más grave es ausencia de calidad de vida con un tinte de discriminación al exigir el carnet de la patria para recibir bolsas con alimentos sin proteínas, salarios miserables con pensiones de hambre, cuando revisamos la política consular de nuestros embajadores y cónsul llegamos a la conclusión que estamos en presencia de una política violatoria de los derechos humanos establecidos en la convención de Viena como es la obligación de dar protección social, alimentos y asistencia jurídica a nuestros hermanos migrantes.
El defensor por los derechos civiles cuestionó el silencio de ACNUR ante las políticas de desprecio xenofobia, deportación injusta que han asumido los países receptores contra los venezolanos y la negación de esta institución de la ONU de conceder el estatus de desplazados y refugiados cómo medida de protección.
Para finalizar el ex parlamentario manifestó que el Estado sigue ejecutando su política violatoria de los derechos humanos, la única esperanza es la CPI para reparar el daño a las víctimas.