Monseñor Ovidio Pérez Morales, arzobispo emérito de Los Teques, demandó la liberación de periodistas y trabajadores de medios de comunicación detenidos en Venezuela, durante su participación en una asamblea de comunicadores sociales este viernes en la sede del Colegio Nacional de Periodista.
«La comunicación es un derecho derivado de la vida»
El religioso, quien se definió como un «comunicador social por vocación», recordó su trayectoria en el ámbito desde los 15 años y destacó la importancia de la libertad de expresión: «Dios hizo al ser humano libre para vivir y comunicarse. El derecho a la comunicación libre es una derivación inmediata del derecho a la vida», afirmó.
En un llamado directo, Pérez Morales envió un mensaje de aliento a los profesionales detenidos y sus familias: «Un abrazo eterno, una bendición y que Dios los mantenga firmes. Que esta prueba no sea pérdida, sino ganancia espiritual». Asimismo, insistió en que la privación de libertad contradice la esencia humana: «Vivir es comunicarse, y comunicarse es vivir».
«Canonización sin presos políticos»
En el contexto de la próxima canonización de dos venezolanos en octubre (San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles Martínez), el sacerdote propuso un lema: «Canonización sin comunicadores sociales presos». Argumentó que este evento eclesial debe impulsar «los mejores valores de convivencia y justicia», y abogó por un movimiento que luche por la liberación de todos los privados de libertad.
«La canonización ha de dinamizar la búsqueda de la libertad, especialmente para quienes sufren la violación de este derecho», subrayó, vinculando la fe con la defensa de los derechos humanos.
Solidaridad y esperanza
El arzobispo cerró su intervención renovando su bendición y exigencia de justicia, mientras los asistentes aplaudieron su discurso, que mezcló espiritualidad y reclamo social. Su mensaje se hace eco en un país donde organizaciones como Espacio Público reportan decenas de casos de persecución a la prensa en los últimos años y que se incrementó luego de las elecciones del 28 de julio de 2024.
Pérez Morales se sumó a las demandas de organismos internacionales, recordando que, en su visión, «la libertad no es un regalo, sino un don de Dios».






