La dirigente política de izquierda María Alejandra Díaz informó que, luego de varios meses refugiada en la Embajada de Colombia en Caracas, logró salir de Venezuela acompañada de varios familiares, incluida su madre.
En un video, Díaz agradeció al gobierno del presidente Petro, a la Cancillería colombiana, al embajador Milton Rengifo, al personal de la embajada «y a un poco de héroes anónimos que, por razones obvias, no debo mencionar».
La abogada precisó que en Venezuela quedaron sus hijos, algunos hermanos y si nieto.
«Espero entiendan que debo hacer un silencio, debo reflexionar, debo reordenar los planes, debo replantearme nuevos objetivos pensando siempre en Venezuela», subrayó en su pronunciamiento. Enfatizó que ahora le toca ser «migrante forzada» y llamó a los migrantes venezolanos a convertirse en semillas de luz.
Ha sido «una experiencia muy complicada, muy dolorosa», admitió Díaz. «Pero puedo decir que estoy a salvo, que estoy muy bien, que estoy feliz».






