La presidenta de Fordisi, Gricelda Sánchez, entregó un documento y solicitó que la Inspectoría instale una mesa para la solución del conflicto del magisterio
Documento en mano, con canciones de Alí Primera modernizadas para los nuevos tiempos de protesta y consignas alusivas a la situación de los docentes en Venezuela, un grupo de maestras -y algunos maestros- protestó a las puertas de la Inspectoría del Trabajo, en Caracas, para denunciar la paralización de la discusión del contrato colectivo, solicitar que se instale una mesa de solución del conflicto magisterial y se proteja a las educadoras que han sido objeto de amenazas por parte de funcionarios de varias instituciones.
Antes de entregar la carta con un conjunto de solicitudes, hicieron una cadena humana.
«Gobierno indolente no escucha a los docentes», gritaron. También convirtieron el «los pollitos dicen pío, pío, pío» en una canción de protesta: «Los maestros dicen, págame lo mío».
Después, fueron recibidas por un equipo de la Inspectoría del Trabajo. La misiva la firmaron Gricelda Sánchez, presidenta de Fordisi, y Yanett Cazorla, dirigente nacional del Colegio de Licenciados.
Advirtió que los están acosando y que les han suspendido el salario a maestras que están protestando.
«Es insostenible la situación» para docentes activos y jubilados, subrayó Sánchez.
Según informó, más de mil trabajadores siguen a la espera del pago del bono vacacional de 2022.
«No podemos seguir pagando los trabajadores la situación económica», enfatizó. Sánchez, incluso, planteó que la ministra de Educación, Yelitze Santaella, debe renunciar al cargo.
Cazorla, por su parte, indicó que los maestros ya han cumplido con todos los pasos para declarar una huelga general, pero no quieren hacerlo. Recordó que todavía les deben 280% del contrato anterior, además de las primas. El contrato se venció hace más de dos años y todavía no ha sido suscrito el nuevo.