Un pliego de peticiones fue llevado el pasado jueves 9 de marzo a la sede del IVSS en Caracas. La próxima protesta nacional se realizará en plena Semana Santa, como lo adelantó Pedro García, directivo de Copenjuve
Cuando un pensionado venezolano relata lo que sufre a diario lo más fácil es molestarse, y lo menos difícil es solidarizarse. El jueves 9 de marzo, cuando se cumplió un año de la introducción de un pliego de solicitudes ante el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), volvieron al mismo lugar a reiterar sus exigencias. Como lo explicó Pedro García, directivo de la Confederación de Pensionados y Jubilados de Venezuela, ya han pasado «por todas las instituciones del Estado, incluida la Vicepresidencia, y no hemos recibido respuesta pese a que el artículo 79 de la Constitución garantiza el derecho de petición».
Hasta la fecha «han sido negligentes, han sido irresponsables las instituciones del Estado que no han respondido a los pensionados, a personas de tercera edad», reprochó.
La vía de llevar documentos, cartas y pliegos la van a mantener. En todos ratifican sus demandas: pensión igual al costo de la canasta básica o al menos igual a la canasta alimentaria, pago a los pensionados en el exterior, entrega de medicamentos y cirugías, restitución de la comisión de enlace entre pensionados y el IVSS. Esta vez añadieron un nuevo elemento: cancelación de un tercer mes de aguinaldo.
«Vamos a seguir en la calle. Dejaremos nuestro aliento en las calles de Venezuela con la protesta cívica, pacífica, democrática. Seguir reclamando. Seguir elevando nuestra voz», indicó García. Para Semana Santa han previsto hacer un viacrucis nacional de los pensionados: «Esa será la próxima acción nacional contundente». Esperan que el gobierno «se digne atender los justos reclamos de los pensionados y jubilados, que trabajamos 30 y 40 años en la administración pública o el sector privado, cotizando de nuestro salario para que tuviésemos una pensión digna para poder vivir, para medicinas y para alimentarnos».
El gobierno «está jugando al desgaste», subrayó Arnaldo Benítez, dirigente del sector. «Nosotros estamos luchando por el futuro, incluso, de los que hoy día nos reprimen. Seguiremos en la calle hasta que la vida nos lo permitan». Para Benítez lo imprescindible es que la pensión sea igual a un salario mínimo vital, y está convencido de que el Estado tiene cómo hacerlo. Descarta que las sanciones sean las responsables de la falta de recursos. «Para nosotros la verdad es que no tenemos para comer, no tenemos para los medicamentos, ni para la ropa».