Frente a la conmemoración del 1 de Mayo se hace urgente destacar la situación de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en Venezuela que termina siendo muy grave, a la par de los sucesos poselectorales y violaciones de los derechos civiles y políticos que las organizaciones defensoras de derechos humanos han destacado.
Así lo señala Lissette González, coordinadora de Investigación, Monitoreo y Difusión de Provea, quien asume que “el gran hito”, de las violaciones a de los derechos humanos en 2024 “fue la represión política en el marco de las elecciones presidenciales, antes, durante y después”, pero a veces se corre el riesgo de dejar de lado el tema social.
Indica que el estancamiento del salario mínimo es parte fundamental de la crisis social que vive el país.
“Todo está interconectado y tiene relación directa con la situación de los salarios, con la situación de que no tenemos trabajo digno, que mucha gente trabaja en la informalidad y que en general estamos perdiendo nuestro voto”, indica González.
Agrega que “es cierto que no estamos en 2016, 2017, que la gente hacía colas para comprar comida, sacaba comida en la basura. No tenemos esas fotos dramáticas. de la emergencia humanitaria, pero eso no quiere decir que la situación social esté bien”, advierte González.
Sentencia más adelante en su conversación con Contrapunto.com “que la situación social sigue siendo grave. El salario mínimo está en 130 bolívares. Eso significa 2,5 dólares al mes en diciembre. Ese salario estancado en medio de un contexto donde sigue habiendo inflación, donde la moneda se está devaluando, pues ha hecho que se continúe el proceso de empobrecimiento”.
“En Venezuela tenemos 87% de personas de pobreza por ingreso y 70% de personas de pobreza extrema”, señala.
Sostiene que esto se vincula con el derecho a la alimentación y agrega que “tenemos que nuestra gran preocupación es el acceso económico a los alimentos”.
“Hay comida en los supermercados, hay establecimientos abiertos, pero la gente no gana lo suficiente para adquirir alimentos, para tener una dieta variada, nutritiva, saludable”, explica González.
Sostiene que existe daños asociados a esta situación como que el “niños de 12 años y tienen el tamaño de un niño de 7 y de 9 años. ¿Eso qué significa? No se están desarrollando esos niños de acuerdo a todo su potencial y eso va a tener impacto en su desarrollo posterior, cognitivo, educativo”.