Fue herido de bala en Carapita, en una acción de cuerpos policiales contra quienes rechazaban los resultados oficiales del CNE. Murió mientras era trasladado al Hospital Pérez Carreño
José Romero Salazar tenía sangre, y no salsa de tomate, en las venas. La organización de derechos humanos Provea confirma que Romero Salazar era un ciudadano y no un montaje, y fue asesinado en Carapita el 29 de julio cuando manifestaba en la calle para rechazar los resultados oficiales de las elecciones presidenciales realizadas el día anterior.
Marino Alvarado, defensor de derechos humanos e integrante de Provea, explicó que los vecinos fueron reprimidos por la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Particularmente se encontraban funcionarios de la dirección contra la delincuencia organizada (DCDO), la brigada motorizada y la dirección de acciones estratégicas y tácticas (DAET). Las personas que se encontraban con Romero Salazar comentaron que habrían sido funcionarios del DAET los que efectuaron los disparos.
Una vez herido, las personas que se encontraban con él intentaron trasladarlo en moto al Hospital Pérez Carreño, pero la PNB no lo permitió, relató Alvarado. Tampoco lograron salir por la parte alta de Carapita. «Unos 40 minutos después de haber sido herido, los funcionarios permitieron que la moto saliera con el cuerpo de José Romero, pero cuando llegó al hospital Pérez Carreño ya había fallecido».
No obstante, el 31 de julio las autoridades venezolanas aseguraron que se trataba de un «falso positivo», e incluso, fue presentado un video en el cual un muchacho habría confesado haber participado en la simulación del asesinato. Esta versión fue rebatida por las investigaciones periodísticas.
«Cazadores de Fake News encontró evidencias que determinan que el joven Salazar Alvarado, presentado por Maduro en el video durante su rueda de prensa, no es la misma persona que apareció en la fotografía viral. La persona de la foto viral sí recibió un disparo durante una manifestación en el sector de Carapita, Antímano, respondía al nombre de Aníbal José Romero Salazar y era conocido en el sector con el apodo de ‘Pimpina‘», aclaró la organización en uno de sus reportes (cabe destacar que el portal es objeto de bloqueo y por eso no se puede colocar el link).
Al tratar de armar el rompecabezas de Romero, Alvarado aportó algunos elementos: era un obrero de 27 años de edad que llegó a Caracas procedente de Monagas. Se quedó sin familia cercana en Venezuela. Por eso, una persona cercana al núcleo familiar se encargó de los trámites, pero se enfrentó con la realidad: no le querían entregar el cadáver. «Fue el día sábado 3 de agosto, en horas de la tarde, que entregaron el cuerpo, luego de que dos hermanas pudieron llegar a Caracas y reclamarlo», indicó.
Alvarado confirmó que, debido a la acción policial el 29 de julio, otras dos personas resultaron heridas de bala. Provea no tiene información sobre su estado de salud.
El Estado reconoce la muerte de 25 personas en las protestas post electorales, y las atribuye a los comandos que participaron en la campaña electoral a favor de Edmundo González Urrutia. Sin embargo, reportes como el Monitor de Víctimas, resultado de una alianza de medios de comunicación, reflejan que la mayoría de los fallecimientos son consecuencia de la acción de civiles armados y de cuerpos policiales.