La organización Justicia, Encuentro y Perdón confirmó este miércoles la excarcelación de 72 presos políticos como parte del intercambio entre Estados Unidos, El Salvador y Venezuela.
«Informamos a la opinión pública nacional e internacional que hemos logrado verificar la excarcelación de 72 personas venezolanas detenidas arbitrariamente, como parte del reciente acuerdo de intercambio entre Estados Unidos, Venezuela y El Salvador. Asimismo, hemos tenido conocimiento de la liberación de 10 ciudadanos estadounidenses», detalló en un comunicado.
«Celebramos profundamente la libertad de cada una de estas personas, y nos solidarizamos con sus familias. Su excarcelación representa un alivio humano urgente, pero su salida como parte de una negociación deja en evidencia lo suficientemente denunciado y es el uso de personas como fichas de negociación política. Recordamos que la libertad y la dignidad humana no pueden ser tratadas como objetos de trueque; esto constituye una violación flagrante de los principios fundamentales del derecho internacional de los derechos humanos y perpetúa la lógica de las detenciones como herramienta de presión diplomática», aseveró.
La ONG manifestó su preocupación por la forma en que se han desarrollado las excarcelaciones. «Nos preocupa especialmente la opacidad del proceso, la ausencia de garantías de no repetición y el silencio oficial sobre las condiciones de reclusión, tortura y tratos crueles que muchas de estas personas han sufrido. A la fecha, no se ha informado oficialmente quiénes integran el grupo de 80, ni se ha garantizado el cese de las detenciones arbitrarias en el país. Al contrario, mientras ocurren estas excarcelaciones seguimos registrando nuevos casos de detenciones por persecución política».
Los defensores de derechos humanos reiteraron su llamado a la comunidad internacional «a mantener la vigilancia activa sobre la situación de derechos humanos en Venezuela, exigir transparencia en este tipo de acuerdos y apoyar de manera decidida a las víctimas y sus familias, sin contribuir a normalizar prácticas contrarias a la dignidad humana».