«La intersexualidad es un tema de derechos, de derechos en silencio, que no es visto como un tema de derechos pero que es necesario incluir y hablar de esto. Tenemos que exigir mayor información, mayor legislación», dice la defensora, Gabriela Buada, para no buscar culpables sino avanzar en la conquista de derechos humanos
Dentro de las siglas Lgbtiq+ aparece una «i» que representa a la intersexualidad. El 16 de octubre es el día escogido para concienciar sobre la visibilidad intersex, una fecha para defender los derechos de las personas intersexuales.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos define a las personas intersexuales como las que «nacen con características sexuales (tales como la anatomía sexual, órganos reproductivos, patrones hormonales y/o cromosomales) que no encajan con los conceptos típicos binarios de cuerpos masculinos y femeninos. Los expertos calculan que hasta un 1,7 por ciento de la población nace con características intersexuales».
Añaden que «las personas intersexuales pueden carecer de una identidad de género u orientación sexual».
La defensora de derechos humanos y profesora universitaria, Gabriela Buada, nos apunta que son múltiples formas en las que las personas se pueden relacionar sexualmente así como las maneras en que las personas se pueden sentir representadas en un género.
Añade que es mucho más amplio que lo que entendemos como relaciones homosexuales y dice que va más allá de eso porque la intersexualidad tiene que ver con la edad y otros factores como el contexto social en el que nos desenvolvemos.
«Se ha visto la necesidad de tener un día como tal para generar conciencia de algo que pareciera que está y que debe ser normalizado, para obligarnos a evitar la discriminación y la estigmatización», señala la defensora de derechos humanos sobre el día de la intersexualidad.
En el caso especial de Venezuela considera que las cris política parece captar la atención de todos y juega en contra de que estos temas, también de derechos, sean opacados, olvidados o se les reste importancia.
«Estamos sumergidos en una crisis social, económica, estructural, que dejamos de lado la importancia de la existencia de estos temas. La intersexualidad viene siendo invisibilizada en un país como Venezuela por múltiples factores», agrega.
En un país como el nuestro volvemos a escuchar la respuesta «lamentablemente Venezuela está muy atrás» cuando consultamos sobre el avance en esta materia y la legislación que debería garantizar los derechos de todas las personas.
Buada considera que la falta de información, las marcas sociales y el tabú son los sinónimos d la intersexualidad en el país.
«Porque sencillamente nos estamos enfocando en todos los temas que tienen que ver en el desarrollo político y económico, entonces estamos dejando la sociedad para de alguna forma ocuparnos en necesidades básicas que tampoco están cubiertas», apunta.
La pregunta frecuente es saber qué le hace falta al país para entrar en el mundo de respeto que va atado a la legislación, la voluntad política y la superación de la crisis.
Preguntamos si Venezuela es un país machista y la respuesta es afirmativa. «Totalmente machista, es un país machista, culturalmente machista, culturalmente homofóbico», nos dice la defensora de derechos humanos que además advierte de los discursos de quienes ostentan el poder buscan restar valor a sus contrincantes haciendo uso de su sexualidad, género o preferencia sexual.
Frente a este uso del poder del Estado considera que no se trata de responder con un ataque sino exigir con bases.
«Tenemos países vecinos (…) con matrimonio igualitario, derecho al acceso al aborto, derecho de la identidad de género, que en ese sentido estamos demasiado atrás. Exigir que sean políticas inclusivas», dice.
Buada destaca que es importante que la sociedad que estos derechos no tienen menor importancia y que por tanto deben ser atendidos como el resto de los derechos que tiene cualquier persona.
Recuerda que el país debe apegarse al marco legal internacional en esta materia.
«A los tratados internacionales (..) Acudir a instancias internacionales para apropiarnos de esos mecanismos ya establecidos que han funcionado perfectamente en otros países», expresa.
Finalizamos la conversación con la defensora de derechos humanos y destaca que este año la ONU se une la necesidad de informar adecuadamente por lo que remarca la importancia de que en Venezuela se investigue y se informe para romper mitos.
«Desde nuestros hogares, desde nuestra sociedad, tenemos también una labor importantísima que es educar, a nuestros niños pero también a nosotros mismos. Entonces yo creo que ese sería el mensaje».
En Venezuela muchas organizaciones trabajan con los temas de género y diversidad que pueden ser consultados. Caleidoscopio Humano a través de su página www.caleidohumano.org y en redes sociales se ofrece para informar y formar en esta materia.
«Informarnos es entender que existe esta gama de diferencias, no solamente sexuales, sino también raciales, de edad, de todo tipo y que hay que atenderlas sobre todo en un país con tanta necesidad de respeto por los derechos humanos», finaliza.
